Corrida número 25 en la Feria de San Isidro con tendidos llenos y alta temperatura y posterior amago de lluvia. Se lidiaron ejemplares de Victoriano del Rio origen Domecq sin tacha en la presentación destacando el segundo que fue extraordinario y que pesaron respectivamente  533 – 548 – 620 – 555 – 577 y 578 kilos.

El viento incomodó la labor de capa de Emilio de Justo que no pudo lancear a placer. Los dos puyazos le vinieron bien al ejemplar porque lo hizo embestir con la cara abajo. El brindis para los hombres de su cuadrilla que cayeron heridos en Cáceres Morenito de Arles, Alex Benavides y demás toreros heridos. Inicio de faena doblándose muy bien. El viento condicionó la labor del espada con un toro exigente, que humilló y que le costaba salirse de la muleta. Mejor pitón derecho que izquierdo. Al final el toro se rajó. Media estocada. Palmas tras aviso. El cuarto un toro protestado por falta de trapío embistió de uno en uno por el pitón izquierdo con cierta violencia. Por el derecho muy complicado. Silencio tras aviso

Borja Jiménez con un toro de muy buena condición se ajustó en chicuelinas saliendo lucida la labor en el quite de Roca Rey por saltilleras. Gran embestida del toro con la cara abajo, con nobleza y sin soltarla en series de enorme calidad por  los dos pitones ligando tandas de gusto, con hondura, templadas y con intensidad. Espadazo que tardó por la bravura del ejemplar. Oreja con petición de la segunda y dos vueltas al ruedo. Bronca monumental al palco por birlarle una oreja al torero y la justa vuelta al ruedo al ejemplar. Una vez más se puso en la puerta de los sustos y le salió limpia la larga cambiada pero se echó lamentablemente para atrás el ejemplar por la fuerza mínima que tenía. El bis correspondió al hierro de Torrealta de buen juego aunque duró poco siendo aprovechado por el sevillano con notables series y trincherazos de remate vistosos. Pinchazo y estocada. Oreja que le da derecho a la puerta grande.

Andrés Roca Rey inició de rodillas por delante y por la espalda. El trazo de los muletazos fueron de mucho empaque, largos y rematados con el pase de pecho. El pitón izquierdo muy violento sin entregarse. Estocada entera. Silencio tras aviso   Con el sexto no hubo suerte pues sorteó un toro feo y manso que se rajó al final de la faena refugiándose en las tablas. El limeño voluntarioso y tratando de sacar lo máximo de su lote. Estocada. Silencio