Vigésimo segundo festejo del serial venteño con plaza llena y el encierro de José Escolar origen Victorino Martin desiguales en presentación y complicados que pesaron 542 – 559 – 515 – 584 – 521 y 597

Fernando Robleño con el primero de su lote que tuvo nobleza y cara alta, Robleño aplicó técnica y hubo momentos de relajación por el pitón derecho, recostándose y metiéndose mucho por el izquierdo. El toro con poca transmisión embistió al final con algo más de celo. Faena interesante. Pinchazo, estocada hasta la empuñadura contraria y varios descabellos que no fueron efectivos. Palmas tras dos avisos. En el cuarto, la constante es la de pegar los muletazos de uno en uno por la falta de repetición de los toros en las embestidas. Se fue quedando parado el ejemplar dejando ver la carencia de casta. Estocada tendida y una más con efectividad.    

Damián Castaño toreó iniciando la faena de manera ligada y posterior de uno en una por la complejidad del astado. El diestro salmantino siempre confiado y con mucha voluntad. Ovación. El quinto fue un toro probón, distraído, con mucho sentido con el que estuvo muy firme, aguantando  las embestidas descompuestas del ejemplar. Estocada desprendida. Ovación.

Gómez del Pilar estuvo muy asentado, confiado y firme con un toro que vino de más a menos, humillando por el pitón derecho y toreando con clase por el izquierdo de uno en uno. Faena meritoria y exigente por las complicaciones del ejemplar. Estocada baja. Ovación tras aviso. El sexto sin opciones por lo complicado. Cara alta, midiendo mucho queriendo coger. Estocada contraria y atravesada. Silencio