Plaza llena en Pamplona. Se lidiaron ejemplares de José Escolar encaste Albacerrada bien presentados y complicados en diferentes matices que pesaron  575 – 540 – 595 – 560 – 580 y 540 kilos. Como dato curioso los dos toros de Juan de Castilla estuvieron marcados con el número 23 uno con cuatro y el otro con cinco años.

Rafael Rubio “Rafaelillo” se dobló bien con la capa para recibir al ejemplar que humillo y cumplió en varas. Trasteo de inicio sobre las piernas para sacarlo a los medios. El toro siguió la muleta con nobleza. Por el pitón izquierdo embistió gazapeando y el torero murciano lidió metiéndose a la tabla del cuello y macheteando al final. La espada le colocó la oreja en sus manos. El cuarto no se empleó en el caballo.  Con muchas probaturas embistió sin celo a la muleta saliendo con la cara arriba y dejando sin opciones al torero. Se deshizo del ejemplar de un bajonazo antecediendo pinchazo. Silencio

Gómez del Pilar  tuvo buen debut con un animal complicado que no embistió con claridad. Hubo buen quite por gaoneras del colombiano Juan de Castilla. Faena voluntariosa pero intrascendente. Estocada desprendida. Palmas. El quinto desentendido y con la cara alta. Percance con puntazo en el glúteo de Víctor del Poso al colocar el par de banderillas. Pases de uno en uno muy despegados con epilogo toreando por manoletinas. Pinchazos y fallos permanentes con el verduguillo.  Silencio tras dos avisos

Juan de Castilla muy dispuesto lanceó a la verónica a un toro de poca humillación. De rodillas en el centro del anillo toreó por derechazos ligados para colocarse de pie y de igual forma ligar tandas con el compás abierto muy meritorias sobre ambas manos en faena intensa con muletazos templados y profundos de mucha firmeza y entrega. Estocada entera. Oreja. En el sexto se puso al frente de la puerta de los sustos dándole el lance limpio y posteriores lances inclinando el cuerpo. Toro encastado y exigente con poca fuerza que entendió el colombiano para torear en tandas corriendo bien la mano de manera ligada y templada. La pena fue que la espada hizo guardia, posterior pinchazo, estocada contraria y dos descabellos. Ovación.