Por: Néstor Giraldo M.

Con tres cuartos de entrada se dio final a la feria de San Lucas en Jaén con un muy buen encierro de Victorino Martin y ejemplares bravos, el tercero de vuelta al ruedo al que se le pidió el indulto. Tanto los de a caballo como los de a pie tuvieron nobleza y recorrido, siendo quizás el más complicado el sexto.

Las dos faenas de Diego Ventura quien por primera vez enfrentaba reses de la A coronada tuvieron interés por las ejecuciones y el dominio de las jacas, tumbando en segundos al primero al que cortó las dos orejas y demorando el otro tras dos pinchazos y rejón entero para un apéndice más.

Curro Díaz siempre con esa torería propia del linarense, en muletazos desmayados, de natural ejecución con la mano baja y acompañando las embestidas de los ejemplares. Dos orejas y dos orejas el balance final para el espada de Linares.

Perdió Emilio de Justo las dos orejas y probablemente el rabo del tercero por atascarse con la espada después de soberbia faena de poderío y final estético con “Paquito”, excepcional toro, bravo, con transmisión, recorrido y entregado al final. Se pidió su indulto que negó el palco de Usía y se premió al ejemplar con la merecida vuelta al ruedo. El sexto tuvo muchas teclas que tocar. Bravo sí pero metiéndose mucho y buscando lo que dejaba atrás. Emilio de manera inteligente lo lidió muy bien, alargando los pases que no excedían de tres por la condición de su oponente. Media en buen sitio y descabello fueron suficientes para despenar al Victorino, cortando las dos orejas.

Triunfo grande de ganadero y espadas cuando ya está prácticamente finalizando la temporada española, aprestándose los toreros a cumplir compromisos en América.