Por: Néstor A. Giraldo Mejía

El encierro de Lagunajanda parejo en presentación todos con cinco años fueron nobles y con distintos matices de bravura.

Buena colocación y series importantes de Alejandro Peñaranda  por el pitón derecho toreando con mucho valor y temple. El toro con nobleza se vino a menos y el remate de faena por bernadinas ajustadas fueron coreadas. Digna actuación del diestro confirmante. Media tendida y varios descabellos. Silencio tras aviso. Doblones toreros en el inicio de faena del sexto. Le corrió muy bien la mano en muletazos templados por el derecho. Con tranquilidad y solvencia toeó por el izquierdo. Muy seria presentación del confirmante. Espadazo completo. Petición y vuelta.

Buen tercio de banderillas cubierto por Manuel Escribano al segundo de la tarde que se arrancó de largo. Inicio de faena con pases por alto. Trompicada la primera serie con la mano derecha que se fue corrigiendo con el transcurrir de la faena sobre ambas manos de manera más templada, profunda y rítmica en las embestidas del ejemplar. Estocada defectuosa y una más efectiva. Silencio tras aviso. Sin perder la costumbre, recibió a porta gayola con larga cambiada y posteriores verónicas. Manseó en el caballo rehuyendo la vara en varias oportunidades. Nuevamente cubrió con solvencia el segundo tercio. Buen inicio de faena sembrado en los medios y recibiendo por la espalda las embestidas del “Berreón” que no terminó de entregarse embistiendo con la cara arriba. La voluntad y actitud del espada de Gerena, irreprochable. Estocada trasera efectiva. Silencio.

Ejemplar pronto, con movilidad y noble en la muleta del mexicano Joselito Adame que tuvo contrastes con la muleta en series templadas y otras no tanto que poco interesaron a los aficionados. Dos espadas y dos descabellos. Silencio. Muletazos de recibo por alto muy quieto y el animal respondiendo en los envites. Series reposadas en redondo con la mano derecha. Por la izquierda le cogió el aire en muletazos templados dándole sitio templando cada embestida que tuvo prontitud. Espada completa que tardó en hacer efecto. Silencio tras aviso