Transcurría el año 2010 y la presencia de Jose Tomas en Aguascalientes era todo un acontecimiento.

En esa plaza hace 10 años el toro de nombre “Navegante” de la ganadería de Pepe Garfias, inferia grave cornada en la femoral a José Tomas que lo tuvo al borde de la muerte.

“Como llave de agua abierta”, explica el subalterno Alejandro Prado, quien, frente al toro, soltó el capote y fue el primero que a mano limpia quiso taparle la fuga sobre la carne viva y no dejar que falleciera ahí, en la arena. “Tranquilos, tranquilos”, les dijo el de Galapagar mientras lo levantaban del ruedo. Fueron momentos francamente angustiosos.

Desde aquel entonces a la fecha el diestro de Galapagar ha toreado 27 tardes en estos diez años.

Regresó en Valencia en la Feria de Julio de 2011. Ese año toreó nueve tardes. Solo tres veces hizo el paseíllo el 2012, con el colofón de la gloriosa matinal de los seis toros en solitario en Nimes. El año siguiente pasó en blanco. Cuatro tardes toreó en 2014. Un año más tarde volvió al lugar de los hechos y Aguascalientes fue la única plaza que pisó en todo la temporada. A la México regresó en 2016, donde despertó una expectación inusitada dentro de una temporada particular del madrileño de solo siete festejos. La Monumental de Insurgentes también fue el escenario del único paseíllo de 2017 y a partir de ahí, solo una tarde al año: Algeciras en 2018 y Granada en 2019.

Este año estaba anunciado en Nimes dos tardes. La primera ya se ha suspendido.

Habrá que esperar para volver a ver de nuevo al Príncipe de Galapagar.