En Colombia completarán al 30 de junio más de 100 días de aislamiento preventivo obligatorio con la posibilidad de una extensión hasta el 31 de agosto decretado por el gobierno que al parecer no ha pensado en las graves y dañinas consecuencias que esto conlleva.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Aceptando las explicaciones emitidas por el grupo de científicos que están asesorando al gobierno colombiano para el manejo de la población mayor de 70 años para protegerla del covid 19 digamos que están realizándolo con acierto. Pero un aislamiento tan prolongado iniciado el 20 de marzo por la alcaldesa de Bogotá en el que adujo se ensayaría el comportamiento de los habitantes de la capital por cuatro días, a los cuales y de inmediato se agregó la orden del gobierno de continuarlo por catorce días y ya se va en su cuarta extensión que al decir del ejecutivo termina el 30 de junio, pero con posibilidad de extenderla nuevamente. Aislamiento que ya suma más de 100 días al que están sometidos estos adultos mayores de 70, tiene consecuencias graves, así estén acompañados o solos y se les haya concedido últimamente el permiso de salir durante media hora tres veces en la semana.

Pareciera un confinamiento en un centro de máxima seguridad en donde la restricción de la libertad es total y la soledad también, son riesgos serios que producen trastornos depresivos en los que predomina el síntoma subjetivo de estado de ánimo deprimido y una reducción del interés. Se debe considerar, además -según los especialistas- la frecuente comorbilidad con trastornos de ansiedad los cuales frecuentemente coexisten. El sentimiento de soledad que afecta negativamente, la irritabilidad, la ausencia absoluta o parcial del sueño, cambios de apetito, a menudo con pérdida de peso también hacen parte de la depresión que se produce por lo alargado del aislamiento. La deducción que se hace por parte de estos colombianos es que la responsabilidad la tiene el gobierno y es el que al final se hará cargo económicamente de los tratamientos a que haya lugar. Porque muchos de ellos -en el momento- no tienen impedimentos físicos ni mentales, pero los sufrirán seguramente en el corto, mediano o largo plazo.

Pueda ser que el exterminio que está produciendo la pandemia en el planeta, en Colombia no acabe con esta generación -que no son pocos y todavía en plena actividad- ellos son la memoria y experiencia del país y al cual de una u otra forma han ayudado a construir.