La presentación del coloso Enrique Ponce y la del torerazo Curro Díaz en la segunda corrida de la Gira de la Reconstrucción en la población de Cabra fue de dulce, especial para el banquete que ofrecieron a lo que también colaboraron los toros de Juan Pedro.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Al fin y al cabo, lo que la pandemia volvió atípico en el campo del toro, algo se le ha aprovechado en este 2020 que ya casi llega a su final, momentos que las autoridades continúan flexibilizando según las circunstancias, las medidas sanitarias pero las restricciones a los aforos no ayudan. Los toreros, como los empresarios y ganaderos han puesto el corazón para que la tauromaquia no haya brillado por su ausencia en ésta cercanía al punto de meta.

Lo de la tarde de éste viernes en la localidad cordobesa de Cabra y cuna del escritor Juan Valera fue de encanto. Enrique Ponce que no saca el pie del acelerador dibujó una de las más importantes faenas de lo que va corrido de éste año. El linarense Curro Díaz sacó del interior de su alma todo el sentimiento de excelente torero que posee.

Resumen del festejo.

Cabra, viernes 25 de septiembre de 2020. Segundo festejo de la Gira de Reconstrucción. Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados y de variado juego. Los mejores, tercero y cuarto; el primero, flojo; y el segundo se lastimó una mano al iniciarse la faena. Enrique Ponce, palmas tras leve petición y dos orejas; Curro Díaz, oreja y oreja. Entrada: 200 personas cumpliendo las restricciones impuestas por el Ayuntamiento de Cabra como medida de control para evitar la expansión del Covid-19. Luis Fernández «Jocho» saludó en el primero de la tarde.