Por: Nestor Giraldo M.

Es de no creer lo que pasa en el Congreso de la Republica de Colombia, es para quedarse atónito, abismado, lelo con tanta persecución ignominiosa en contra de la actividad taurina.

Ahora fue en la comisión quinta de la Cámara de Representantes en donde se votó la prohibición de primero, segundo y tercer tercio de la lidia. ¿Entonces en que queda la original, la ancestral y la esencia de lo que es una corrida de toros con sus tres tercios?…

Francamente inaudito el desconocimiento, la ignorancia, el atropello, el avasallamiento atrevido contra el gremio taurino por parte de los distinguidos Representantes a la Cámara.

Es inentendible cómo habiendo tantos pero tantos temas para tratar de inmensa trascendencia nacional que clama la ciudadanía que sean tratados como el desmonte de las áreas de siembra de coca, las masacres a manos de grupos delincuenciales y terroristas, las desgracias naturales en diferentes regiones de la geografía nacional y así por el estilo innumerable cantidad de ítems de debate concienzudo y enérgico, estos no sean debatidos por los señores  padres de la patria que se volvieron monotemáticos e inquisidores de la actividad taurina.

En Colombia el número de reses bravas sacrificadas en épocas de ferias y temporadas, no asciende a trescientas en un lapso de cuatro meses, dejando a muchas familias que viven de esta actividad con algunos recursos que les facilitará su manutención, amén del desarrollo económico que deja para restauranteros, hoteleros, agencias de viajes y trabajadores informales sin dejar de lado el gravamen  de impuestos a los municipios y los aportes a obras sociales que el estado no atiende.

Señores Congresistas, sean serios y trabajen de verdad por la comunidad que los eligió para que sus regiones tengan un mejor vivir y no se enfrasquen en temas tan superfluos y de menor interés como es el de los toros que entre otras cosas, ustedes no lo saben manejar por desconocimiento total del área que atacan.

Señores por favor gánense honradamente el exorbitante sueldo que se ganan pero en debates de verdad que beneficien a todos los colombianos y no que perjudiquen a una minoría con derechos legítimos de elegir sus gustos y sus profesiones.