Ya son muchos los amigos fallecidos por esta terrible pandemia que no tiene contemplaciones con nadie, sea rico – pobre, alto – bajito, gordo – flaco, hombre – mujer o con diferencias de clases, credos o color político.

Es un padecimiento en el mundo entero y en lo que a la tauromaquia se refiere, está dejando a más de uno en la más ruinosa situación económica cuando no es que se produce el fallecimiento.

La inactividad desde marzo del 2020, se ha llevado ganaderos, toreros, subalternos y cualquier cantidad de personas vinculadas al toro.

Colombia no ha sido ajena a este desmadre de la naturaleza que ha cobrado victimas de entrañable afecto siendo los más recientes, dos hermanos del ganadero Rafael Moscoso y el mozo de espadas Miguel Romero quien por años fue hombre de confianza de cantidad de toreros nacionales y foráneos.

Vaya para sus respectivas familias nuestra voz sincera de condolencia y solidaridad.

Al parecer y la esperanza es grande por la vacuna que según el Presidente de la Republica Iván Duque, se comenzará a colocar a partir de los primeros días del mes de febrero.

Entre tanto el único antídoto para no contagiarse es quedarse confinado y seguir los protocolos de bio seguridad que ordena los organismos de salud junto con las medidas gubernamentales.