Por: Nestor Giraldo M.

Corrida sexta de la feria de otoño en Madrid con casi lleno dentro de las limitaciones por pandemia en la que se lidiaron tres de Jandilla en la primera parte y tres de Victoriano del Rio en la segunda. Los corridos en tercero y quinto lugares destacaron.

Diego Urdiales con un toro de Jandilla protestado constantemente por los aficionados por su manifiesta debilidad, logro algunos momentos de lucimiento por el pitón izquierdo sin obligar demasiado. Porfió y puso voluntad ante la adversidad. Metió la espada en buen sitio. Silencio. El cuarto de Victoriano del Rio, toro serio y con asperezas en las embestidas dejó a Urdiales facturar pases aislados de buena concepción por el pitón izquierdo. Estocada. Silencio

José Mari Manzanares con un ejemplar marcado con el hierro de Jandilla, complicado realizó faena de poder y técnica en muletazos en los que el toro salía pegando tornillazos buscando carne. Pinchazo y estocada completa. Ovación con saludo. El quinto toro de Victoriano del Rio acudió en principio a la muleta de Manzanares hasta en tres veces seguidas pudiéndolo ligar. La faena bajó de tono en el momento en que el toro también bajó su calidad de embestidas causando incomodidad en la labor del torero. Pinchazos y estocada. Ovación tras aviso.

Paco Ureña saludo capotero jaleado a un Jandilla. Con la muleta Ureña ejecutó series muy conjuntadas por el pitón izquierdo de colocación frontal. Sin ayuda toreó por el pitón derecho con profundidad abrochando con pases de pecho a la hombrera contraria. El toro encastado, exigente y con transmisión, lo cogió en la parte posterior del muslo izquierdo sin consecuencias. Estocada perpendicular y caída y dos descabellos. Ovación tras aviso. El sexto con embestidas bruscas, descompuestas y girando con cierto genio que no bravura, impidiendo a Ureña practicar su toreo de clase y verdad. Tomó precauciones a la hora de entrar a matar pinchando arriba en dos ocasiones y espada entera y baja con cuatro descabellos. Silencio.

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