Transitamos por la fase de clasificación de la Selección Colombia de Futbol que nos entretiene y nos hace olvidar con sus presentaciones angustiosas durante las horas -pre y pos- de los graves problemas que nos aquejan a diario los cuales parecen ser insolubles para las autoridades comprometidas en encontrar las soluciones.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

El panorama ensombrecido que cubre a Colombia desde los finales del siglo XX y lo que va corrido de éste XXI permanece igual por no decir peor. La realidad muestra que la percepción de que hablan los gobernantes y políticos es -pura fantasía- la mentira más lejana de la verdad. Colombia entera se encuentra secuestrada -duele escribirlo- por los diferentes actores de la violencia indiscriminada. Declaraciones van y vienen. Nada en concreto. Un gobierno muy cuestionado que finalizará en diez meses y dejará un país convulsionado, con números que no le favorecen -para usar una frase de los analistas deportivos- y un descontento general.

La injusticia otro de los grandes males que enfrentamos por la interpretación de algunos códigos y leyes de jueces que hacen parte de ese gran tejido judicial que al decir de los expertos necesita de una gran reforma, a la cual el legislativo , ni el ejecutivo, desde lustros anteriores la han querido emprender. El nuevo ministro de Justicia Wilson Ruiz que en medio de la pandemia 2020 asumió el cargo hizo compromisos para solucionar el hacinamiento, la judicialización y endurecimiento de los criterios para los reincidentes, la aprobación de la ley estatutaria de la administración de justicia, entre otros. Algunos logros también ha conseguido en el año que lleva en función como la financiación de la transformación digital de la Rama Judicial con un crédito del BID por US$500 millones. Con el Ministerio de Hacienda y el Consejo Superior de la Judicatura ha impulsado la creación de jueces especializados para los casos de violencia en contra de líderes sociales y defensores de derechos humanos.

De igual forma con el Consejo Superior de Política Criminal se creó por primera vez en el país un Plan Nacional de Política Criminal, un plan que permitirá coordinar a todas las instituciones del Estado para hacer frente a la criminalidad y atender los problemas sociales que generan mayor incidencia y grande preocupación en la seguridad de los ciudadanos. También logró expedir el decreto que reglamenta la industria del cannabis, que contiene, además, la autorización para la exportación de la flor seca de esta planta, enfatizando su uso medicinal. Finalmente se le reconoce el proyecto que espera aprobación y que tiene por finalidad la creación y el fortalecimiento de los instrumentos jurídicos con que cuentan las autoridades para consolidar la seguridad ciudadana, por lo cual se contemplan modificaciones al Código Penal, al Código de Procedimiento Penal, al Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana y se establece una regulación sobre la fabricación, importación, exportación, comercialización y porte de armas, elementos y dispositivos menos letales; accesorios, partes y municiones.

La celeridad que imprima el Congreso a la aprobación de este proyecto y otros más antes de la participación de sus miembros en la campaña electoral, el pueblo que los eligió les agradecería. Un freno en seco a la injusticia, la corrupción e impunidad hará que el rumbo se corrija. Entonces, por ahora aprovechemos los momentos de alegría que nos pueda brindar la Selección Colombia de Futbol con sus triunfos y seguramente con la clasificación al campeonato mundial de Qatar el año próximo.