Cerca de tres cuartos de entrada. Se lidiaron toros de Juan Bernardo Caicedo bien presentados y que no fueron castigados en varas por su falta de fuerza

Antonio Ferrera con un toro exhibiendo poca fuerza, estuvo correcto, toreándole con mucha técnica pero sin llegar a los tendidos por falta de emoción. Apenas muletazos aislados y nada trascendente. Pesado con el estoque. Silencio. En el cuarto, Ferrera se animó a colocar banderillas cumpliendo la suerte con enorme facilidad. De rodillas comenzó su labor muleteril a un toro de muy buenas condiciones por su manera de humillar y la nobleza. Derechazos, naturales, muletazos invertidos molinetes, todo ligado a un toro encastado. Faena variada del gusto del público. La peculiar forma de entrar a matar a larga distancia de Ferrera tuvo efectividad tardía que cayó baja y cortando las dos orejas.

Guerrita Chico también se estrelló con otro toro falto de fuerzas con nobleza y fijeza si pero no fueron virtudes suficientes ante la debilidad del animal que fue devuelto. El bis, un toro con nobleza tuvo cierta movilidad aprovechada por Guerrita Chico que hoy se despedía de los ruedos. Las series muy templadas, toreando con seriedad y con gusto. Media estocada delantera. Una oreja. El quinto toro se lesionó de la mano izquierda al dar un giro saliendo de un capotazo, teniendo que ser devuelto a los corrales. El quinto bis acometió con suficiencia en el capote del torero caleño con tan mala suerte que se dañó también de la mano derecha. Por fuerza mayor se corrió turno y Guerrita Chico cerró la tarde. El toro de Guachicono que correspondió al espada caleño, mostró dificultades, embistiendo por arreones y buscando siempre los adentros. Meritoria labor de Guerrita que tuvo actitud y valor siendo justicieramente ovacionado en el dia de su despedida de los ruedos.  

Andrés Roca Rey muy dispuesto con la capa en el quite por chicuelinas y tafalleras que fueron jaleadas. Con la muleta ya se sabe que torea muy ceñido y sobretodo muy templado en redondo en series de mucha emoción que llegaron al tendido. El toro con nobleza y repitiendo las embestidas para que el torero pudiera ligarlo. Faena vibrante, de emoción, de verdad, de capacidad torera. La estocada fue francamente de concurso y sin dudas la concesión de las dos orejas. El segundo ejemplar del diestro limeño acudió bien al caballo peleando con casta. En la muleta una vez más Roca Rey desplegó todo su repertorio ante el ejemplar sobretodo imprimiendo mucha técnica y toreando en terrenos de cercanía. El toro tardó en caer y sonó un aviso.