Se hizo matador de toros -este sábado 9 de abril- en su tierra natal fecha en la que también se cumplía el 50 aniversario de historia de la plaza de toros de Tomelloso. Cortó dos orejas al toro de su alternativa y en el del cierre vino el dolor. Una fuerte voltereta  lo envió a la enfermería e impidió redondear labor.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Parecía una tarde apacible sin lluvia pero con algo de viento cuando transcurría la lidia del cuarto que no fue óbice para que el desarrollo de la IX corrida Benéfica continuara su normalidad. Se lidió por parte de la terna; Eugenio de Mora, Fernando Tendero y el toricantano Ignacio Olmos- seis ejemplares enviados por los ganaderos-propietarios del hierro de Ojailén quienes mantienen dos encastes, Veragua y  Domecq, Enrique y Macarena hijos de Javier Gallego. Toros cuya edad frisó entre los cinco y seis años, con dificultades, de poco juego, que buscaron refugio en los tableros de la barrera y allí plantearon la pelea. Excepción del primero que desorejó el nuevo matador.

Eugenio de Mora otro de los toreros que celebran este 2022, 25 años de haber recibido la Borla de Matador de Toros pechó con el lote menos potable. Sacó avante la actuación por el oficio y bagaje adquirido. Abrevió en ambos.

Fernando Tendero aprovechó la movilidad que  por instantes tuvieron sus antagonistas y dejó en la retina de los asistentes momentos de arte y torería con capote y muleta. Cortó una oreja a cada uno de los de su turno.

Al nuevo matador de toros Ignacio Olmos se le observó sensibilidad en su trasteo con el de la alternativa que le ameritó los dos apéndices. Su segundo, sexto de la tarde de la -línea Veragua- cinqueño, bizco y escobillado del pitón izquierdo, de irregular comportamiento, derrotó por ese costado y le propinó la fuerte voltereta. Inmóvil fue trasladado a la enfermería. Lo pasaportó el diestro cabeza de cartel

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