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La gravedad persiste pero a pesar de esto se ha tenido suerte. La noche del domingo ha sido muy dolorosa para el torero. Su estado de ánimo es bueno. Piensa en el tiempo de recuperación y en el día que pueda regresar a los ruedos. Todo lo cual está inmerso en el cuadro de la incertidumbre.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Las veintidós mil y algo más de personas que llenaron la Catedral del Toreo en la que el diestro Emilio de Justo vio frustrada la esperanza de triunfar en la gesta de la que era protagonista para finiquitar en solitario seis ejemplares de diferentes ganaderías, generando una enorme expectativa varios meses atrás, deja de momento una desilusión por lo que podría significar el desarrollo de su campaña programada con mucha selección por parte del propio matador, de su entorno y de las mismas empresas que pusieron todo su empeño para que el revulsivo, ahora encumbrado, de la temporada pandémica estuviera presente en sus ferias y temporadas oficiales. Campaña que presagiaba ser una de las más exitosas, de toda la êlite de espadas que están en sana competencia. Desilusión igualmente para todos los aficionados y seguidores que como el extremeño no tienen certeza del regreso a los ruedos.

Fracturas cervicales que al decir del experto traumatólogo Eduardo Hevia causan intenso dolor y limitación funcional severa de la columna cervical pero sin ninguna afectación neurológica, sensitiva y motora. Se le realizó ‘un RX en la que no se objetivan desplazamientos ni luxaciones, TAC de columna cervical con fractura estallido de masa lateral izquierda de atlas (C1) y fractura estallido de masa lateral derecha de Axis (C2), sin desplazamientos apreciables’.

‘Se realiza también una Resonancia Magnética Urgente sin que se aprecie afectación medular ni lesiones ocupantes de canal, con lesión ligamentosa atlantoodontoidea. El paciente queda ingresado a la espera de inmovilización definitiva. Pronóstico: Muy Grave’.

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