Enorme ha estado Miguel Angel Perera en la corrida final de la Feria de Santiago. Indultó al 2º de su turno de nombre Hurón perteneciente a la ganadería de la Quinta. En el 1º paseó una oreja. Triunfo motivante y necesario para ratificar un momento que ojalá se mantenga en el tiempo. Ferrera ovacionado en ambos y José Garrido silencio y ovación.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Mejor no ha podido finalizar la Feria de Santiago de Santander 2022. El colofón ha sido bordado por la exposición artística e inmejorable del diestro de La Puebla del Pior en esta séptima y última corrida de toros que corría el cerrojo hasta el 2023. Perera mostró aquel Perera que hacía parte del Olimpo y mantenía un constante tet a tet con los consagrados de la época. Profundidad, entrega, coherencia en la labor de ese 5º que aguantó la obligatoriedad que le impuso el torero. Con el capote ya había dejado ver el buen recorrido de Hurón embebido en los vuelos y con repetición. La culminación que intentó con la espada, el respetable rugió y pidió que se le perdonara la muerte, petición que de inmediato fue atendida por Usía. Dos orejas y rabo simbólicos. En el primero de su turno bajito de raza y de casta, Perera quiso ajustarse con él sin obtener respuesta positiva. Momentos de importancia que ilusionaron que quedaron en eso… simplemente ilusión. Una oreja.

Antonio Ferrera que resultó herido con la espada en la cara cuando toreaba el abre-plaza pasó inédito. El 4º deslucido y mansurrón no encontró el eco requerido del santacolomeño.

Para José Garrido el comportamiento de sus oponentes no varió con respecto a los anteriores. Derrochó voluntad y se le vio muy firme en ambas intervenciones. Silencio y ovación fue su resultado.