• 22 noviembre, 2024

MORANTE DE LA PUEBLA AJUSTÓ LAS 100 CORRIDAS CON EXQUISITO TRIUNFO EN UBRIQUE

MORANTE DE LA PUEBLA AJUSTÓ LAS 100 CORRIDAS CON EXQUISITO TRIUNFO EN UBRIQUE

En 25 años de alternativa, ha llegado en la presente temporada a las cien corridas  Morante de la Puebla. Se lidiaron toros de Fermín Bohórquez para rejones y Carlos Núñez para los toreros de a pie de buen comportamiento.

Andrés Romero lució con jacas muy bonitas con las que colocó rejones de castigo y banderillas a un toro que sin humillar, persiguió las cabalgaduras transmitiendo; piruetas y quiebros en la propia cara del toro. El desacierto con la hoja de peral lo privó de algún trofeo. Ovación. El cuarto fue un toro bravo que persiguió con codicia desde la salida cuando le colocó la primera farpa y posterior a ello el comportamiento de los caballos fue sensacional, incluso dos con el hierro de Fermín Bohórquez, Banderillas largas, cortas, toreo de costado, quiebros y rejón de muerte en el sitio para tumbar al buen ejemplar. Dos orejas y rabo.

Morante de la Puebla con 20 años sin asistir a la plaza de Ubrique construyó faena acompasada, rítmica, estética a un toro de buen pitón derecho y recostándose por el izquierdo, sensacionales cambios de mano muy despacio y epilogo con dos pinchazos y descabello. Ovación. Decían los antiguos cronistas cuando se toreaba como toreó hoy Morante de la Puebla en el quinto, “Destapo el frasco de las esencias”, faena expresiva y llena de pureza y ortodoxia. Se animó a colocar banderillas y dejó los tres pares en el morrillo del animal para componer con la muleta una verdadera obra de arte llena de sutileza, despaciosidad, torería y naturalidad personal. De rabo era la faena con el clamor de los aficionados pero los dos pinchazos que le antecedieron a la estocada quedaron en dos apéndices aclamados.

Pablo Aguado con un toro noble instrumentó faena compacta, firme, personalísima, tanto en capote como en muleta con pases en redondo, molinetes y pases de pecho abrochando las series. Pinchazo y estocada casi entera. Oreja. El sexto fue un toro que embestía rebrincado, sujetándolo el sevillano en la muleta y templándolo para no ser trompicado; no se puede discutir la clase y las formas clásicas del diestro. Con pinchazo hondo despacho al Núñez para recibir un apéndice y salir a hombros acompañando a Morante de la Puebla y el rejoneador Andrés Romero.

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