El compromiso del sector taurino en Colombia es muy importante. Presentar un proyecto de ley con las debidas morigeraciones merece un estudio minucioso, mancomunado y acorde con las demandas para que sea tenido en cuenta en el Congreso. Se tiene para este trabajo un plazo de tres meses.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Se ganó una batalla pero no la guerra. La confrontación sigue. Por lo tanto ahora que se vislumbra una posibilidad de continuismo taurino, el sector tiene que estar unido y despojarse sus integrantes del -ego- para poder salir avante del momento crucial por el que se está atravesando. Se necesita -total solidaridad y lealtad- de todos quienes conformen el grupo encargado de la redacción del proyecto de ley, con el respaldo de todos los estamentos taurinos y de sus simpatizantes. El común denominador deber ser la inclusión. Lo contrario sería polarizar más a los protagonistas y abrir nuevas brechas que conducirían al fracaso.

El ambiente históricamente ha estado fraccionado pero la instancia exige con urgencia anteponer a los intereses personales, un intenso trabajo de socialización en pro del triunfo. Posterior a lo sucedido el 1º de noviembre en donde se ordenó el archivo de la propuesta que estaba en discusión, se ventila una noticia nada agradable para el objetivo que se propone conseguir. El abandono del maestro César Rincón de este proyecto. Alguna voz altisonante que le molestó le hizo tomar esta inmediata decisión.

Como se conoce, todavía queda otro Proyecto de Ley el 085 de la senadora Andrea Padilla que entraría a debatirse en los próximos días y uno más radicado por la bancada conservadora que propone dar potestad a los alcaldes para decidir sobre la celebración -sí o no- de las corridas de toros en sus respectivos municipios. De manera que el escenario continúa siendo preocupante.

Parafraseando a los jugadores de futbol… no hemos ganado nada.