Una oreja para el diestro madrileño premio ganado  cumpliendo con todos los parámetros del talento y el valor ante un ejemplar de admirada lámina, con edad, bravo y encastado de la ganadería de José Escolar corrido en 3er lugar. Le colocó como triunfador de la 5ª corrida de la Feria de San Isidro. López Chávez quien cumple con su despedida fue ovacionado. Fernando Robleño presentó su mejor versión.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Ha sido una corrida con diferentes matices. La entrega de los toreros que resolvieron a satisfacción y dignidad el compromiso -nada fácil- ante los toros de la ganadería de José Escolar Gil, que pasta en el -Valle del Terror- considerada por los entendidos en el rango de las duras. Su procedencia -Marqués de Albaserrada vía-Victorino Martín- de gran desempeño en los famosos Sanfermines en años anteriores, se vio esta tarde del -14M- en el ruedo venteño.

Para destacar el 3º de la tarde que le tocó en suerte al madrileño Gómez del Pilar un diestro que con los años de experiencia -adportas de cumplir dos lustros de su alternativa- supo estar delante de -Cartelero- un buen mozo, cinqueño, bravo y con los kilos justos.  Humilló después de su encuentro con la cabalgadura en dos oportunidades, dando opciones a su oponente, entendió el espada de turno que por el costado izquierdo era por donde mejor y más recorrido tenía. Varias series de naturales de buena factura fueron ancladas en la construcción de la faena, combinadas con tandas por el pitón contrario que también fueron lucidas. Un recado presidencial se escuchó antes de la suerte final. La importancia y concepción de la faena y su epílogo originaron la petición de un premio que fue atendido por Usía.

El salmantino López Chávez quien ha tomado la decisión de decirle adiós a la profesión este 2023, contó con el lote menos agradable del encierro. El primero de su turno permitió que el torero mostrara por momentos la verdad y calidad de su tauromaquia. Faltó certeza con la toledana. Fuerte ovación. Con su segundo, los inconvenientes presentados por el astado para la lidia, hicieron que el diestro optara por la brevedad.

Fernando Robleño dejó ver su mejor versión. Rotundo en la forma de torear. Le plantó cara al exigente 2º de lidia ordinaria. Supo darle las distancias. Tandas muy ajustadas que conectaron y presagiaban un buen final. Desafortunadamente no fue así. Todo quedó en una ovación. Imprimió seriedad en su labor con el 5º, otro cinqueño como la mayoría del festejo, que pedía que le torearan en la media distancia. La muleta en la mano derecha obligando al toro a seguirla en largos recorridos. Fundamental fue su presentación ante su público que le ovacionó.