Pareciera que el episodio cognitivo que padece el inquilino de la Casa de Nariño lo ha hecho retroceder a ese estadio-impúber. Concepto que toma fuerza entre la población a raíz de las rabietas que desde hace catorce meses y algunos días más viene presentando. Si no se le complace el pataleo es descalificar a propios y extraños. 

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Todo se puede esperar de la persona que llegó a la presidencia a través de un montaje de injurias y calumnias en contra de quienes estaban en la contienda. Rodeado no exactamente de pulcros políticos que le mintieron al país y ahora gozan de privilegios en el exterior. Y los que prefirieron acompañarlo de cerca, aparecen en la palestra y comparten el fundamentalismo-terrorista con firmeza, conducen a la nación por el sendero equivocado, con el deseo de convertirlo en un narco-estado.  Por esto, no es de extrañar que su prepotencia le impida reconocer la brutal barbarie causada al pueblo de Israel por el grupo terrorista Hamás. En su mapa genético extremista, solamente cabe coadyuvar a quienes no tienen justificación de su accionar. Un número indeterminado de infantes muertos, civiles indefensos entre ellos una pareja de colombianos residentes allí cayeron en los innumerables bombardeos  y miles de rehenes en manos de los terroristas, son la causa de este enfrentamiento bélico que ha llevado al estado asiático de Israel a defenderse. Ya es costumbre ver como altera la realidad para justificar la violencia. La posición del mandatario arrogante por demás de invitar a la Casa Presidencial hace pocos días a los respectivos embajadores de Israel y Palestina no fue para presentar las debidas disculpas por sus trinos que pasaron de un centenar, ofensivos y desafiantes, al igual que los del Canciller que como se conoce de autos es pro -FARC-, al primero de ellos. Y al segundo, seguramente manifestarle que enviará ayuda humanitaria y establecerá una sede para la embajada colombiana en la ciudad de Ramalha. En peligro están las relaciones no solamente con Israel sino con los EE.UU., que le insinuaron desde la Casa Blanca en Washintong, del Congreso y Senado para que condenara el genocidio en gran escala que está sucediendo en Tierra Santa. Faltó respeto para con los representantes de esos gobiernos amigos por lo cual no puede pretender el reconocimiento que desea. No es la persona que ayude a potenciar la nación.  Actitud que en nada favorece a Colombia y él no representa a toda Colombia. Fue elegido tan solo por once millones de nacionales de los treinta y dos que estaban habilitados para depositar su voto en las urnas.

Como también falta respeto para con la sociedad colombiana por el atropello del poder político, a su resentimiento social que manifiesta su debilidad y miedo a perder su ambición de poder y para conservarlo ha conseguido por parte del Ministerio de Hacienda el presupuesto para pagar a los 100 mil jóvenes que están inmersos en el delito (harán parte de los famosos colectivos) en todo el territorio nacional, un millón de pesos mensual durante los próximos 12 meses. Presupuesto que hace parte del total aprobado para el año entrante 2024 que será el más alto de la historia con un monto de $502.6 billones y del que no se sabe muy bien de donde va a salir el dinero para cubrir los gastos que se vienen, entre ellos para los gestores de paz e integrantes de la primera línea, como los anteriores,  para defender lo indefendible porque la incredulidad es total.