Interesante novillada se realizó el sábado anterior -8- en Casas Ibáñez con la participación de los novilleros Tomás Rufo, José Fernando Molina y Villita  que dieron buena cuenta de los utreros de la divisa de Alcurrucén.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La congregación que asistió al coso de esta localidad albaceteña advirtió la evolución de los novilleros acartelados que mostraban en su corta historia de toreros, participaciones en los más importantes certámenes novilleriles.

Tomás Rufo el más preparado y adportas de recibir la alternativa, apoderado por Luis Manuel Lozano, sus utreros de considerable exigencia no le dejaron opciones para resolver con buena nota el examen. Acusó la falta de estar en la cara de los toros a causa de la pandemia. Al igual que el toledano, que no toreaba desde el pasado mes de noviembre, otro grupo sufre la falta de continuidad de estar en festejos como el de esta tarde de sábado. La esperanza es que el 2021 les ofrezca mayor número de oportunidades.

Lo más taurino de la tarde corrió a cargo de José Fernando Molina. Dos faenas diferentes en las que el común denominador fue el valor. Sus salidas las matizó con talento y variado repertorio con capote y muleta de notable ejecución que pudo plasmar en el ruedo. Mucha ambición del novillero que desea ir dejando historia en este difícil arte. Con la petición unánime de una oreja en cada uno de sus toros y aceptada por Usía, fue premiado por los aficionados.

Villita ganador de un trofeo del Zapato de Oro, poseedor de un gusto especial para torear, apostó, para no pasar en blanco la tarde y todo lo aprendido en la Escuela Taurina de Madrid José Cubero “El Yiyo” lo puso en práctica. El triunfo lo obtuvo en el sexto, que le permitió por el pitón derecho realizar varias series de buen trazo y de mano baja que el público las ovacionó.  Dos orejas paseó emocionado al máximo por el doble premio. Era la cuarta novillada picada en la que actuaba.