Por lo visto en la televisión nacional en la que se hicieron presentes los integrantes de las tres coaliciones políticas pareciera por sus propuestas engañosas no causaron el efecto esperado. Sorprendieron, asombraron y deslumbraron porque en su mayoría son inviables y utópicas.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Las percepciones que dejaron en los televidentes las propuestas de los integrantes de las coaliciones que aspiran a obtener el favor de los electores tanto para las curules de Senado y Cámara y el favorecimiento en el tarjetón respectivo para candidato a la Presidencia de la República llegaron al punto de la irrealidad. Desconcierto, asombro, sorpresa, es lo que para el ciudadano de a pie está flotando en el ambiente del país político. Las soluciones posibles, reales, para los temas sensibles, importantes e inaplazables, como el de la paz, el aborto, la eutanasia, la seguridad, la salud, la educación, el narcotráfico, la violencia, entre otras tantas, no convencieron. Sus narrativas conducirían a la nación a un desgobierno. El común denominador de sus conversaciones en la tv y diatribas en la plaza pública continúa siendo la crítica severa y desafortunada -porque no todo ha sido negativo- al gobierno que está por finalizar. Acabar con el continuismo, la corrupción, otros de sus propósitos, si muchos de los  aspirantes que aparecen en las listas al Congreso -han estado inmersos en el tema- pero no expresan como lo van a realizar, o cual es la fórmula. Continuismo, mermelada, corrupción -según el ex presidente César Gaviria hacen parte de la normalidad política-. ¿Entonces que esperar? Claro, ese pensamiento lo comenta desde la zona de confort en la que se encuentra disfrutando después de su paso por la Presidencia de Colombia y por la Secretaria General de la OEA, sin importar el sufrimiento del pueblo que viene padeciendo desde hace de setenta años. De igual manera piensan todos aquellos candidatos que pujan por llegar al Parlamento, se aprovechan de su ignorancia política. 

El desempleo, la pobreza extrema, se dispararían si se termina con la explotación de los hidrocarburos. Si es verdad y se cumplen los contratos ¿se puede pensar que el autor de la propuesta -si llega a la Presidencia- estaría solamente durante el periodo Constitucional? No. La idea es la de eternizarse en el poder. Ya se conoce la estrategia puesta en práctica en otros países. Por eso plantea la prevención en la salud, programa que demandaría un largo tiempo y casi inviable para realizar. Es un desvío estridente y muy fuerte de la democracia. Populismo Puro. Alucinaciones y utopías. En Bogotá no cumplió con la restauración y puesta en funcionamiento del emblemático Hospital de La Hortúa que por decenas de años atendió no solamente a los capitalinos, sino a los de toda la nación. Causó una emergencia sanitaria en la ciudad cuando tomó la decisión desacertada de cambiar el sistema de recolección de basuras. La contratación en su manejo no fue lo ideal. El detrimento fue total. No fue la mejor administración como lo asegura. Los comunistas que pretenden el poder viven de los pobres, quieren más pobres. La pobreza es el negocio de la izquierda. Por esto y muchas otras cosas más, no se puede pensar en estos planteamientos, no son los que llevarían al cambio que necesita Colombia y la saque de esta turbulencia.

A falta de quince días para acudir a las urnas, debe pensarse detenidamente como elegir para no caer en equivocaciones y posteriormente tener que arrepentirse.