Una tarde fría con poco público en los tendidos pero con la ilusión grande de cada uno de los alternantes en la novillada de la oportunidad que dejaba al triunfador completar la terna para el sábado 18 de diciembre en la novillada de feria.

Seis ejemplares de Paispamba dispares en presentación y juego que pesaron 384 – 416 – 440 – 472 – 424 y 518 kilos. Destacó por su condición de bravo, el lidiado en sexto lugar de nombre “Bonito”, marcado con el número 58.

Al más joven quizás del sexteto le correspondió el ejemplar con más trapío y mejores condiciones para lucirse. Se llama Anderson Sánchez, ya nos habían advertido de sus virtudes como torero y a fe que las demostró en el ruedo de Cañaveralejo dejando ver andares, torería, seguridad, empaque, valor y actitud. Desde que se abrió de capa lució en verónicas acompasadas, llevando muy embebida la embestida del buen toro que posteriormente le permitió con la muleta recrearse en faena de alto vuelo con series muy ligadas, templadas y rematadas con pases de pecho a la hombrera contraria. Los dos pitones del toro sirvieron, embistiendo con clase y entendiéndolo perfectamente el novillero de Lenguazaque. La armónica conjunción de toro y torero fue tan evidente que transmitió a los asistentes las sensaciones de una labor superlativa del torero y una condición de clase y bravura del ejemplar que llevaron a concederse el indulto y el triunfo con dos orejas simbólicas del novillero que se erige como tercer espada para la novillada de feria en la que alternará con Manuel Perera y Alejandro Adame con novillos de “Salento”.

Por su parte Juan Viriato no terminó de llenar las expectativas de los presentes con faena de altibajos y revolcón sin consecuencias incluido, escuchando un aviso.

Gitanillo de América con una res que exhibió un buen pitón derecho lo aprovechó en muletazos de calidad mas no sucedió lo mismo por el izquierdo por donde se recostaba mucho el novillo. Despachó de dos estocadas pidiéndose la oreja que se resistió a conceder el presidente y dando la vuelta al ruedo.

Templado estuvo con el capote y después con la pañosa Miguel Ramírez que tiene buen concepto del toreo. Con dos estocadas pasaportó y dio también la vuelta al ruedo.

Muy complicado, con genio y jiribilla lució el cuarto de la tarde para Cristian Castañeda que no logró descifrar las impotables embestidas del ejemplar. Pasó a la enfermería conmocionado siendo despachado por Viriato después de varios intentos y escuchando dos recados presidenciales.

Otro novillo complicado y quedándose al final parado fue el que correspondió a Maicol Ramirez con poco oficio y repitiendo en varias oportunidades los intentos de la suerte suprema escuchando dos avisos.

Las gráficas muestran al triunfador de la novillada y a “Bonito” ejemplar de “Paispamba” indultado por Anderson Sánchez de Lenguazaque