BOLIVAR Y LUQUE A HOMBROS. TALAVANTE DE VACIO CON VARIADA CORRIDA DE J. B. CAICEDO
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- 11 enero, 2025
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Por: Néstor Giraldo.
Los tres cuartos de entrada en la monumental de Manizales fueron testigos de la cara y cruz del colombiano Luis Bolivar que se despidio de la afición manizaleña.
Se lidió un encierro bien presentado y con matices de comportamiento con el hierro de Juan Bernardo Caicedo, destacando el corrido en cuarto lugar de nombre “Lanzadito” número 377 con 446 kilos que fue indultado, despertando polemicas y protestas de algún sector de los asistentes.
Faena derechista instrumentó Luis Bolivar al primero de la jornada a un toro incomodo en sus embestidas pero que a base de temple del colombiano fue corrigiendo el defecto. Pudo haber cortado un trofeo si los aceros hubiesen sido mas eficaces. Fue silenciado tras escuchar dos recados de usía. La otra cara de la moneda la presento Bolivar en el cuarto un toro que se castigó con apenas un picotazo a favor de querencia pero que en la muleta se entrego con gran clase, echando el morro abajo. El inicio de faena fue con muletazos por la espalda en posición militar y posterior tandas ligadas por los dos pitones dejando ver las condiciones de “Lanzadito” que con todo y polemica fue indultado para recibir las dos orejas simbolicas.
Tan solo se le vió una tanda importante de muletazos por el pitón derecho a Alejandro Talavante que no pudo redondear la faena por las complicaciones del astado que se fue viniendo a menos. El espadazo antecedió pinchazo y se silenció su labor. El quinto tampoco permitió el lucimiento del extremeño por su condición de manso. Dos muletazos y a las tablas el de Juan Bernardo que no dejó opción ninguna de lucimiento, obligado a salir al tercio.
El triunfo del año pasado de Daniel Luque en la monumental del departamento de Caldas, hizo que este estuviera en dos tardes, una sustituyendo a Tomas Rufo. Pues igual el diestro de Gerena ratificó su estupendo momento por el que atraviesa fundamentando su toreo en la seriedad, la toreria y la ortodoixia con las que hace las cosas. Un toro soltando la cara fue el tercero y a base de temple, balsamo especial para este tipo de toros, fue construyendo con firmeza y sin aspavientos una obra exelsa de finura y clase. Finalizó con el pase de su invención de manera ajustada, estoqueando de forma fulminante para pasear las dos orejas. El sexto noble pero sin alma para embestir lo despachó igual que su primero de soberbio espadazo, despidiendose a hombros junto a Luis Bolivar.
Se desmonteraron Carlos Manuel Rodriguez en el primero, Jhon Jairo Suaza en el tercero y Emerson Pineda en el sexto.