Dos chicas que recién acaban de presentarse en el certamen novilleril de Brihuega “Promesas de Nuestra Tierra” serán las promesas del futuro que seguramente se convertirán en los pilares de la tauromaquia.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Dos chicas -Carla Otero y Estrella Magàn – que apuestan a brillar en la tauromaquia en el mediato futuro, -si el covid19 se difumina- dieron sus primeros pasos en un certamen que brinda oportunidad y lanza al planeta taurino una alarma de atención. “Promesas de Nuestra Tierra”.

Las primeras declaraciones de Carla Otero… El futuro depende solo de mí y de lo que haga»

«La afición viene por mi padre y mi hermano que me llevaron a las plazas. Mi hermano se apuntó a la Escuela Taurina y yo le seguí, probé y me entró el gusanillo. Un día me ofrecieron probar los trastos y ahora tengo claro que quiero ser torero»

«La Escuela Taurina de Guadalajara taurinamente hablando es todo, eternamente agradecida de la labor que hacen»

«El futuro depende solo de mí y de lo que haga. Llevo poco en esto y no toreo como quiero; todo lo que quiero hacer es con verdad y puro»

 Y estas las palabras de Estrella Magan… “El toro pone a cada uno en su sitio y no entiende si está delante un hombre o una mujer.”

Me llegó la afición pronto, por mi padre que era aficionado y me llevaba a los toros. Aunque a él no le hace gracia que me dedique al mundo del toro, pero me apoya en la decisión.

La Escuela Taurina de Navas del Rey es para mí una fuente de aprendizaje y tanto Alberto Aguilar como David Adalid son dos grandes profesionales.

Este año tenía un certamen importante y lo afrontaba con mucha ilusión.

El toro pone a cada uno en su sitio y no entiende si está delante un hombre o una mujer.

A los aficionados les diría que vayan a verme a las plazas para ver la ilusión y las ganas de ser torero de una chica toledana.