….Enviar un número importante de vacas de casta pertenecientes a su ganadería de El Torreón al matadero. El covid 19 no da tregua y precipita estas decisiones de los ganaderos de bravo de finalizar una ilusión que no se hace realidad.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Cada día que pasa se complica más la situación para los ganaderos de bravo en Europa y América a causa de la pandemia del coronavirus que arrasa y destruye economías llevando al planeta al fondo del precipicio. El sector ganadero particularmente el de bravo es el que más golpeado se encuentra, sus propietarios se han visto obligados a eliminar de sus dehesas toros y vacas y en varios casos a cerrar definitivamente sus hatos. Tierras fértiles, sostenibles del medio ambiente están quedando desoladas. Nostalgia, tristeza, acompañadas de lágrimas por la frustración de un trabajo de muchas décadas, continuado de generación en generación, se termina con un inimaginable final.

Y sin pasar muchos días nos sorprende el maestro colombiano César Rincón dando a conocer que sus vacas-madre de su ganadería de El Torreón se les ha cambiado su destino. Una muerte miserable difícil de aceptar.

En su cuenta de twitter escribió:

«No puedo dejar de contarles mi gran nostalgia, he compartido durante muchos años mis alegrías, se dice que uno, debe expresar siempre los sentimientos. Con esta imagen sobran las palabras».

En Colombia en la semana que concluye se anunció la desaparición total de la ganadería -Bengala- de María Francisca Gutiérrez hija del también ganadero Jorge Gutiérrez. La economía es implacable y esas reses cuyo destino no era ese, fueron a parar al matadero, a lo que igualmente han contribuido los animalistas que son aupados por las grandes multinacionales de alimentos en el mundo.