CONTRAINDICACIONES

CONTRAINDICACIONES

CONTRADICCIONES

Esa incompatibilidad que se viene presentando entre miembros del gobierno que hacen parte -en este caso particular-  de las negociaciones con los diferentes actores armados ilegales es totalmente opuesta. La coherencia brilla por su ausencia en este tema y en tantos otros por lo que el gobierno no despega.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La tensión creada por el gobierno nacional al abrir espacios y/o conversaciones con los diferentes grupos que se encuentran al margen de la ley con el propósito de encontrar la paz total pareciera estar muy distante. Tal vez el tiempo que le resta para culminar su periodo constitucional no será suficiente. Por lo menos la contradicción existente que se presenta en las declaraciones de los negociadores nombrados por parte del gobierno y el grupo armado del ELN son contradictorias. Una vez más desmienten las aseveraciones que hacen los portavoces presidenciales, quienes al parecer tienen políticas diferentes que no son proclives al objetivo ni al gobierno reformista, como se pudo observar a través de los diferentes medios de comunicación en el más reciente caso del secuestro del padre del futbolista guajiro Luis Díaz que juega en el equipo Liverpool de Inglaterra. Práctica de la que no se sufría hace algo más de dos décadas en el país -delito proscrito y condenado por entes internacionales- la cual aparece revitalizada y cuenta en lo corrido del presente año con 241 víctimas, 32 de ellas por parte de ese grupo insurgente. La debilidad no se ha superado. La gobernabilidad del país dirigida por un antisemita pretende que los ciudadanos ignoren la realidad -imposible de lograrlo- porque igualmente no se pueden ignorar las consecuencias. La realidad es que se han extendido los cultivos de coca, las áreas, los grupos ilegales que se disputan los sectores territoriales de mayor favorabilidad para su comercio como guerrilla en todas sus versiones, paramilitares, delincuencia organizada y común. Otros grupos como campesinos coaccionados por la subversión cometen asonadas contra las fuerzas del estado, los indígenas que invaden propiedades privadas, bloquean vías, amenazan y desde luego los integrantes de la primera línea, engrosan desafortunadamente el listado. Los dos últimos afectos al gobierno, comparten la misma bolsa, con el ánimo de conseguir la paz total. Proyecto que presenta muchas dificultades. La violencia en Colombia pareciera no tener fin, la percepción de los habitantes es la claudicación del actual gobierno. No hay viento favorable para el barco que no sabe a dónde va.

Ni paz total… ¡Ni Colombia potencia de la vida!

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