Por: Nestor Giraldo M.

Rotundo triunfo cosecho el diestro extremeño Emilio de Justo en Caceres, después de cinco meses de para por cuenta del COVID – 19.

Se lidiaron ejemplares de “El Torero” con un lote muy difícil y deslucido que correspondió al valenciano y los otros tres potables a los que desorejo el extremeño.

Venía Enrique Ponce de triunfos importantes en Osuna y Navas de San Juan en los dos días anteriores y la moneda se volteó en Plasencia para no dejarlo lucir como hubiese querido por las condiciones adversas que mostraron sus oponentes, desarrollando si técnica, estética, arte y valor en el quinto con espada negada que lo privó de los trofeos.

Emilio de Justo sigue dando de qué hablar y estuvo rotundo con su lote al que no le dejó escapar ninguna virtud. En el primero aprovecho la movilidad del ejemplar y toreó de manera magnifica por el pitón izquierdo, el cuarto que también ofreció opciones, la faena tomó vuelo por el pitón derecho toreando en redondo abrochando las series con pases de pecho largos a la hombrera contraria; otra faena de gusto,  de torería, de bien hacer las cosas a la res que le permitió después de gran estocada cobrar las dos orejas. A los anteriores había cortado de a una.

Los protocolos no permiten sacar a los toreros a hombros para evitar contactos cercanos y por eso el torero de Extremadura salió por su propio pie.