Todos los acontecimientos que se vienen presentando durante las largas fases del confinamiento preventivo obligatorio en Colombia particularmente el de ciudadanos que parece no preocuparles el flagelo producido por el coronavirus a la humanidad.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Según los expertos estos comportamientos de una parte de la sociedad colombiana de no respetar las medidas sanitarias y protocolos de seguridad obedece a la falta de educación que como se sabe es un concepto universal, dividido en lo formal e informal. Los hechos son evidentes. Resultados alarmantes en cuanto a los contagios, crisis en algunos hospitales y un aumento desmedido en las personas fallecidas, en regiones que siempre se han caracterizado algunas de ellas por tener un ADN bullanguero, festivo, que prevalece desafortunadamente en la mayoría de sus actos. Y otras que no poseen un equipamiento de salubridad que corresponda a las necesidades y de un músculo financiero que les permita combatir de forma exitosa la pandemia a pesar de los esfuerzos del gobierno. Habitantes -minorías afortunadamente- de las costas Pacifica y Atlántica y de otras ciudades como Cali y Bogotá aprovechan la época de los puentes festivos, fines de semana, para organizar fiestas clandestinas con pago que le da derecho a un cupo y posteriormente a conocer el sitio donde se llevará a cabo el foforro.

A lo anterior debemos agregar la manera como tomaron el día sin IVA, concentraciones masivas de compradores en las puertas de los grandes almacenes y centros comerciales infringiendo todas las disposiciones gubernamentales en todo el país. Las consecuencias se verán en los próximos catorce días. Patinazo grande del gobierno y lección aprendida que tiene que aplicarse con modificaciones a lo acontecido para las próximas dos fechas restantes. Situaciones de verdadero escándalo.

Esta informalidad educativa hace que las personas vayan en contravía de las estrictas medidas sanitarias y administrativas exigidas por los gobiernos nacional y local. Conducta carente de responsabilidad, conocimiento, valores y aptitudes que no encaja con la actualidad y las impulsan a crear focos de contagio y de atentar contra la vida de los demás, haciéndose merecedores del castigo estipulado en las leyes vigentes, por lo cual el resto de la sociedad clama porque la justicia cumpla con celeridad. <Están pagando justos por pecadores>.

Una nueva extensión de la cuarentena que irá hasta el 15 de julio decretada por el presidente la está haciendo interminable, se completarán más de cien días, lo que está afectando mental y psicológicamente a todos los mayores que entendiendo el momento solicitan un tratamiento más flexible con la libertad de movimiento. Lo establecido hasta ahora no es suficiente. Buscar una nueva fórmula sería lo más sensato.