• 19 septiembre, 2024

DEFIENDE EL DERECHO DE LA NIÑEZ

<PROTOIRO> DEFIENDE EL DERECHO DE LA NIÑEZ

Protoiro es la entidad lusitana que agrupa a todos los estamentos taurinos del país y por su conducto entra a defender los derechos de los niños a los que el gobierno intenta prohibir su acceso a los espectáculos taurinos. Enfrentan la campaña con un mensaje para la reflexión… ¿Conoces ya a los nuevos padres de tus hijos?

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Intensa campaña ha emprendido -Protoiro- la entidad que agrupa a todos los estamentos taurinos de Portugal para defender los derechos de la niñez ante la inminente prohibición que intenta el gobierno y los políticos mediante una ley que impida su acceso a los diferentes espectáculos taurinos.  “La libertad de educar a los niños corresponde a los padres y no a los políticos” Es la frase de batalla que se lee en la valla promocional.

El grupo gobernante, el Partido Socialista, necesita del apoyo del partido animalista PAN para sacar adelante el Presupuesto General del Estado para 2021, convirtiéndose en moneda de negociación parlamentaria la limitación de acceso de los menores de edad a los espectáculos taurinos. La Federación Portuguesa de Tauromaquia recuerda en un comunicado que los menores son ciudadanos de pleno derecho y, por lo tanto, el intento de limitar su acceso a un espectáculo cultural choca con la obligación constitucional del Estado de promover la accesibilidad de todos los ciudadanos a la Cultura en todas sus manifestaciones. 

Asimismo, Protoiro subraya también que las restricciones planteadas no cuentan con respaldo ciudadano y recuerdan que la medida propuesta no cuenta con base científica alguna; al contrario, ya que existen numerosos estudios que avalan la asistencia de menores a los toros.

De hecho, Protoiro denuncia que la pretensión de impedir que los menores vayan a los toros es un intento de atacar la tauromaquia impidiendo que abuelos y padres transmitan su cultura a sus hijos y nietos, creando una brecha generacional en el cultivo de dicha afición. Los niños, sus derechos y libertades, se utilizan así como moneda de cambio en un mero juego político de mayorías parlamentarias.

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