• 20 septiembre, 2024

DOBLE MORAL

Los exterminadores que siguen el camino de su jefe que funge como primera autoridad del país, chantajearon literalmente a la empresa taurina que realiza la Feria Taurina de Cali  maltrataron psicológicamente y frustraron de esta forma la ilusión de un niño español que quiere ser torero. Marco Pérez. ¡Y defienden el maltrato animal…increible! 

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La falsedad es latente, hace parte de su mapa genético en los políticos que dicen defender los derechos y libertad de sus congéneres. Muestra de su mezquindad, autoritarismo, un abuso de poder, acción ignominiosa del mandatario Petro  que a través de la ministra de trabajo y del inepto alcalde de la capital vallecaucana, enviaron a sus subordinados para amenazar al director de Tauroemoción Alberto García con la suspensión de la feria si el niño Marco Pérez toreaba al igual que la niña-amazona hacia su aparición en el ruedo de la plaza de toros de Cañaveralejo. Tarde en la que el cartel era uno de los más importantes del serial Alejandro Talavante, Roca Rey y Emilio de Justo. La fobia contra la tauromaquia del presidente -duele escribirlo- de este país y sus áulicos están maltratando psicológicamente y frustrando a este chico que con el beneplácito de sus progenitores ha escogido esa carrera de ser torero mostrando cualidades que con seguridad lo llevaran a encumbrarse en esa profesión. El desagravio del público caleño no se dejó esperar. Por invitación de la terna salió al ruedo a responder una ovación de gala y dar la vuelta al ruedo. Demostración clara y contundente de las más de quince mil almas que colmaron los tendidos del coso caleño que no aprueban la política de vejación ejercida por el inquilino de la Casa de Nariño y de quienes sirven de bufones de su gobierno. Publicaciones falsas en medios de poca circulación y audición patrocinados por estos dejan ver su talante y las argucias de que se valen para equivocar a la opinión pública.

La injuria, desaciertos e incoherencia mostrados por el ex del M19 en el manejo de la nación lo colocan con baja aceptación por parte de los colombianos. Querer aparecer como el redentor bajo esas premisas no es posible. Su pasado como alcalde de Bogotá no le ayuda y menos con el INRI de su pasado al margen de la ley. Rodeado por colaboradores muy cuestionados e investigados por la debilitada justicia su gobierno no puede calificarse de trasparente. Va camino de la autocracia.

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