• 8 septiembre, 2024

¿HASTA CUANDO?

¿HASTA CUANDO?

La obsesión prohibicionista de los políticos que desconocen en su integridad el tema taurino no termina. Son muchos los Proyectos de Ley que han presentado y discutido en la Cámara de Representantes y Senado de la República. Algunos se retiraron por parte de sus autores y otros no consiguieron el objetivo.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Los Proyectos de Ley en contra de las corridas de toros que continúan presentándose en Cámara y Senado respectivamente por parte de quienes integran los diferentes partidos  de la coalición del Pato Histórico, actualmente sin la fuerza aplanadora que se percibió en el inicio de este gobierno de bandazos y escándalos, persisten en su intención inconstitucional de prohibir el rito taurino en todo el territorio nacional. Ahora el turno fue para la joven Senadora perteneciente al desgastado Pacto Histórico -Yuly Esmeralda Hernández Silva- nacida en la localidad de Bosa anexa al Distrito Capital con historia y tradición taurina. Allí se realizaron festejos mayores y menores con la participación de matadores y novilleros colombianos, varios de ellos alumnos de la Escuela Taurina que allí funcionaba, en las décadas de los años sesenta y setenta del siglo XX, que en el futuro cercano figuraron en el panorama nacional e internacional.  Seguramente algunos antepasados suyos vivieron esa floreciente época taurina y económica.

Su Proyecto de Ley que ha sido aprobado en segundo debate no contempla las connotaciones negativas morales y laborales que sufrirá el sector en las regiones rurales y urbanas, si llega a obtener el objetivo.  Falta respeto y consideración porque no se tiene en cuenta el derecho a la libertad de pensamiento. Están cayendo en un error… uno no puede armar lo que no conoce. La corrida de toros refleja la sensibilidad específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten. La defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana.

Se espera que la Corporación Libertad Cultural y demás estamentos del conglomerado taurino entren con decisión y voluntad propias a la defensa de la tauromaquia, de sus derechos humanos y de las libertades fundamentales. ¿Hasta cuándo se terminará la persecución implacable de esta clase de políticos cuestionados en su mayoría?

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