• 16 septiembre, 2024

INTRANQUILIDAD

INTRANQUILIDAD

Intranquilidad al parecer es la característica que padecen los colombianos en la actualidad ante la opinión, ideas y acciones  que provienen desde la Casa de Nariño y pasan  por los altos funcionarios del gobierno que continuamente están protagonizando escándalos que sacuden al país.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Imposible pasar por alto todos los graves escándalos que se producen por parte de los altos funcionarios del gobierno que perturban e inquietan a los habitantes del país. Todos los medios de comunicación hacen eco de estos aconteceres. Abstenerse no es posible. Lectores de los medios impresos, digitales, y los que siguen los audiovisuales, solicitan que se publique con objetividad y veracidad la actualidad que causa un grande deshonor. Y tienen razón. Los medios tienen esa obligación.

Se cumplen diez meses el próximo 7 de junio del actual gobierno que con una celeridad increíble se está desgastando. Los seguidores se resisten a aceptar que se esté cayendo en prácticas de interceptaciones telefónicas, de pruebas en el polígrafo, que hasta el momento no se conoce quien las autorizó y  de algunas más que se creían ya desaparecidas. La evidente inmoralidad no se puede ocultar, así quieran minimizarla los aludidos y miembros del equipo de gobierno. La encuesta de Invamer realizada por cuenta de Noticias Caracol, Blu Radio y El Espectador realizada antes de esta desagradable situación dejó en evidencia cual es la opinión ciudadana. Desaprobación e insatisfacción total. El amiguismo ha hecho su aparición en la mayoría de los estamentos. Hace falta una cultura de compromiso y honestidad. Todos estos desafueros se consideran de gravedad por tratarse de su origen presidencial. Solamente comparable con el proceso 8.000.

Falta saber que ha pasado con los alborotos anteriores. La gente no olvida, está pendiente del desarrollo de los procesos. ¿Se hará justicia? Lo acontecido con la ahora exjefe del gabinete y con el ex embajador en Caracas deja muy mal la imagen del gobierno y lo estigmatiza. Acaba con la arenga acusatoria del caudillo hacia sus antecesores a quienes inculpa de la debacle.

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