No podía faltar la acostumbrada demagogia y las imprecisiones históricas cuando tocó el tema taurino, producto de su ignorancia sobre la actividad que sancionó con su firma.

Como ya es costumbre llegando tres horas tarde a la cita y acompañado de varios áulicos quienes lo antecedieron en su intervención, Gustavo Petro firmó la ley prohibicionista contra la tauromaquia en el ruedo de LA PLAZA DE TOROS DE SANTAMARIA, mezclando otros temas como el de la segunda guerra mundial, pasando por el cambio climático, ocupándose de las bombas en Gaza, hablando del esclavismo y muy veladamente comentando que estaba rebajando su consumo de carne en un mensaje subliminal para que se deje de consumir este producto. Será que también lo piensa prohibir?

Esta ley prohibicionista que ataca el ecosistema, el empleo y derecho al trabajo, la extinción del toro de lidia, el sacrificio de más de 13.000 cabezas de ganado bravo, el patrimonio cultural inmaterial de Manizales que genera cada temporada más de 33 mil millones de pesos para la sostenibilidad del Hospital Infantil, muy seguramente las tendrá en cuenta LA HONORABLE CORTE CONSTITUCIONAL para que en su leal saber y entender, reverse una ley que es un adefesio que atenta contra miles de colombianos que viven desde hace décadas de ella.

La avalancha de demandas ya está en curso por parte de todos los estamentos taurinos, rechazando de plano una ley atentatoria, abrupta y escabrosa