Ex contralor de Bogotá D.C., exgobernador de Boyacá, miembro de la Comisión de Disciplina Judicial -Juan Carlos Granados- autor de otra jugadita que en nada le favorece revocó el poder a su abogado para dilatar la audiencia que debía celebrarse el pasado lunes 7 de diciembre en la Corte Suprema de Justicia en la investigación que se le adelanta por el caso de ODEBRECHT y la PTAR El Salitre.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Otro pecado cometido por la Casa de Nariño y su inquilino Presidente -que lo deja mal parado ante la opinión nacional-, al otorgar el beneplácito a Juan Carlos Granados Becerra que lo ubicó como magistrado de la Comisión de Disciplina Judicial y quien arrastra acusaciones -nada menores- que lo implican según la Fiscalía General de la Nación de haber recibido supuestamente 200 millones de pesos de la constructora brasileña ODEBRECHT como parte para financiar su campaña política para acceder a la gobernación del departamento de Boyacá. En contra-prestación la constructora saldría favorecida en la adjudicación de la obra carretera Duitama-Charalá-San Gil.

Igualmente, el ente Fiscal le acusa de su presunto uso de su influencia para que una de las filiales de ODEBRECHT fuera precalificada para pujar por el contrato para la ampliación de tratamientos residuales El Salitre en la ciudad de Bogotá D.C. En definitiva, se le imputó por tres delitos, concierto para delinquir, interés indebido en la celebración de contratos y tráfico de influencias como servidor público. La Procuraduría General de la Nación lo ha llamado a declarar en versión libre por estos casos de presunta corrupción, que deberá cumplir este jueves 10 de diciembre. <Se espera que cumpla y no haga otra jugadita>.

Granados, obtuvo 186 votos en el Congreso para hacer parte de la Comisión de Disciplina Judicial creada en el año 2015, reemplaza a la sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura. Este nuevo escándalo que no ha tenido hasta el momento mucha trascendencia sigue sosteniendo en la cresta de la ola a integrantes de la justicia acusados de corrupción y en este caso en particular, es a uno de los magistrados que en su cargo tiene funciones de juzgar disciplinariamente a jueces, abogados y fiscales. Algo insólito, pero desafortunadamente es lo que tenemos en el país.

Que tristeza.