Concluida la temporada colombiana reducida actualmente a dos ferias Cali otrora la más robusta y Manizales con su abolengo tradicional dejan resultados claros. El momento del diestro Luis Bolívar. El conocimiento directo y supra sensorial de la verdad del toreo transmitido a quienes profesan el rito táurico.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

La ausencia ya no es óbice para observar desde los puestos numerados de los tauródromos las actuaciones de los protagonistas porque la fortuna para el mundo es la aparición del internet en 1969 que en fracciones de segundo transmite las imágenes, sistema de comunicación general entre sus usuarios que en este caso los aficionados a los toros las pueden mirar en completa tranquilidad y de la misma forma analizarlas.  Por ejemplo esta facilidad permite desde cualquier rincón del globo ver, admirar y deleitarse con el arte del diestro colombiano Luis Bolívar, madurez, solvencia, talento, condiciones que le llevan a su máxima expresión artística de su tauromaquia. Es la mejor versión para gozo de Colombia y del planeta de tauro. Es el fenómeno que hace coincidir lo que se piensa con su manifestación objetiva y real. Es su verdad parte esencial de su toreo. Hay coherencia, evidencia y consenso que desde hace años es el número uno de los nacionales por lo que  su apuesta en el mediato futuro es hacer parte de la élite del Viejo Continente.

Para llegar a este nivel ha tenido que pasar muchas lunas de muchos años, para otros no son necesarios tantos, pero el tiempo y los designios del Dios Tauro no son iguales para todos. Pero la fortuna es que se tiene torero para rato. El arte no requiere, ni barrunta por edades.  Ha sido fiel a su concepto y a la verdad de su estilo de torear, no será la verdad absoluta pero sí, Luis Bolívar es una verdad revelada.