Por: Leopoldo Portilla M

Josemaría obtiene sendos triunfos en línea que le representan el corte de dos y tres orejas en las localidades el pasado viernes en su tierra Alicante y este sábado en Castellón. Magia y arte en el espada que aromatiza el toreo.

No es para sorprenderse, pero sí para satisfacerse, con el estado de gracia que le acompaña a José M. Manzanares en este tiempo en que promedia la temporada europea. Torero de exquisiteces ha cuajado ejemplares de Alvaro Núñez y El Pilar (cuarta del abono) el pasado viernes 24 -día grande- en su plaza y con su público que le esperaba en esa cita anual, correspondió a su ansiedad con un sonoro triunfo. Una ovación y dos orejas le valieron para que le sacaran en volandas por la puerta grande. Alternó con Morante de la Puebla y Pablo Aguado.

Este sábado 25 encontró un punto más alto con los toros de Daniel Ruiz en la segunda corrida que se realizó en Castellón. La competencia entre sus colegas figuras no da tregua. El Juli, Roca Rey y el propio Manzanares se repartieron siete orejas. De extraordinaria calificaron los eruditos la faena del alicantino al boyante -primero de su turno- del que le concedieron las dos orejas. Petición de vuelta para el toro, negada por la presidencia. En su segundo de buen comportamiento, construyó una labor bajo las premisas de la estética y la medición. Una oreja.

El Juli siempre fiel a su maestría recibió las dos orejas del cuarto y el huracán peruano Roca Rey las dos del tercero. Bajo el delirio de los aficionados la terna abandonó a hombros el recinto por la Puerta Grande.

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