Nombrado recientemente por el gobierno de Pedro Sánchez en la cartera de Cultura y Deportes en reemplazo de José Manuel Rodríguez Uribes, cambio que sorprende al mundo político español.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Miquel Iceta es un avezado político catalán que venía desempeñándose como ministro de Política Territorial y Función Pública cargo al que llegó hace tan solo seis meses. Ha sido director del Departamento de Análisis del Gabinete de la Presidencia del Gobierno entre los años 1991 y 1995  y subdirector entre 1995 y 1996. En estos meses al frente del Ministerio ha logrado impulsar un pacto suscrito con los sindicatos para atajar la temporalidad en la Administración y otro acuerdo que permite a los empleados públicos teletrabajar tres de cinco días a la semana.

Líder de los socialistas catalanes durante buena parte del procés, Iceta, cansado de la política catalana, se postuló para ser presidente del Senado, pero los diputados independentistas barraron su candidatura. Iceta es, desde hecho, uno de los políticos que despierta tanto rechazo entre sectores del independentismo como en el PP y Ciudadanos, que siempre le señalan como inductor potencial de gobiernos de izquierda.

Amante de los poemas japoneses y de la cultura -menos se sabe si tiene afición a los deportes-, Iceta ha intentado establecer puentes en favor de una España plurinacional y de corte federal sin encontrar muchas veces complicidades en uno y otro lado. La gran duda es si su nombramiento cuestiona o no el rol que podía tener Iceta en la mesa de diálogo entre los dos Gobiernos para abordar el conflicto soberanista y desde luego pensar que actitud tendrá frente al tema taurino, a pesar que en tiempo pretérito manifestó que no le gustan los toros, pero al mismo tiempo aseguró que no prohibiría algo que no le gusta. De otra parte reconoció que en Cataluña existe una cultura taurina muy importante.