MONOMANIA GUBERNAMENTAL

MONOMANIA GUBERNAMENTAL

Miembros del gobierno nacional padecen de este mal que con el correr del calendario les es más notorio. Las inexactitudes mentales hacen que sus propuestas la mayoría de ellas no estén en concordancia con la actualidad. La inteligencia artificial tan de moda en el momento no les ayuda para nada.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Imposible se torna para cualquier medio de comunicación -temático o no- abstenerse de informar sobre los aconteceres diarios -negativos y debatidos- protagonizados por quienes conforman el equipo de gobierno del presidente de Colombia -y del mismo mandatario- que ha sido objeto de muchos recambios en estos catorce meses que lleva en la des-orientación del país. Lo primero es rechazar con vehemencia el ataque violento y vandalico que sucedió horas después de la toma prepago a Bogotá por parte de una fracción de la guardia indígena a un importante medio como la -Revista Semana- intimidando a su directora Vicky Dávila, a la plantilla de periodistas y grupo administrativo. Violación al derecho fundamental de la libertad de prensa y de expresión. Mensaje claro de censura, inaceptable por demás, también para el resto de comunicadores nacionales que se atreven a publicar la realidad por la que está atravesando la nación. Rechazo, igualmente para la Ministra de Trabajo por calificarlos de incendiarios. Falta de prudencia y de respeto, con este tipo de calificativos ¿cómo pretende ella y sus colegas que exista empatía? Todo parece indicar hasta el momento que  hacen parte de un gobierno corrupto. Lo que empieza mal, dicen, termina mal. El despilfarro de los recursos de los ciudadanos -utilizados como el caso en mención- para financiar el desplazamiento de sus -protegidos vándalos- a la capital, única manera de mostrar ante la opinión nacional e internacional que el jefe de estado no ha sido abandonado, aumenta el descontento general de los habitantes  que según la más reciente encuesta de Invamer Poll evaluó la favorabilidad del presidente Gustavo Petro en Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga, en donde se registró que la desfavorabilidad del primer mandatario aumentó cuatro puntos porcentuales y llegó al 61%. De hecho, el índice de colombianos encuestados que están en contra de la administración del jefe de Estado creció en un 41% desde que llegó al poder pues, para ese momento, su grado de desfavorabilidad apenas alcanzaba el 20%.

Pero a esta parte de integrantes de la minga sí les cumplió. Fueron recibidos horas más tarde en la Casa de Nariño seguramente para celebrar el éxito de la misión. Todo esto hace parte de su inestabilidad emocional.

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