Para los toreros colombianos que fueron escogidos para integrar las combinaciones de la simplificada Feria de Manizales en su versión sesenta y seis 2021 transmitida de manera virtual en los días 10 y 11 del próximo mes de enero. Mini-ciclo a celebrarse en medio de la pandemia.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Considerando la situación sanitaria por la que está atravesando el país en la segunda ola del coronavirus, la realización de las dos corridas de toros en la ciudad de Manizales es de admirar. Carteles contrastados y compuestos por toreros nacionales e importantes ganaderías de la cabaña brava hacen prever el éxito para los protagonistas que testificarán miles y miles de telespectadores del planeta tierra.

Claro que para conseguirlo se necesita de actitud, disposición, entrega, valor, profesionalismo, gusto, arte, de los espadas que hacen el paseíllo en la Monumental Manizaleña y que han tenido la suerte de ser seleccionados dentro de esa familia que viste de oro para conseguir un lugar de importancia en el concierto internacional. Es también darle una mano a la fiesta de los toros, como matadores, profesión que escogieron, anteponiendo sus intereses personales y mostrar la grandeza del toreo personificada en sus respectivas tauromaquias.

Ejemplo dio Francia y España que a pesar de los problemas de mayor calado que soportan todavía los subalternos por no percibir las ayudas a que tienen derecho se enfundaron el traje de plata y se jugaron la vida en total respaldo a la profesión y a sus jefes, pocos de los relevantes en el escalafón superior, que hasta ese momento de aparecer la pandemia les había permitido vivir dignamente. Emergieron muchos de ellos y abrieron expectativas hacia el futuro y esperanza de renovación.

Es la oportunidad para que los diestros colombianos y en el ruedo de la más señera plaza de toros de Colombia muestren de que están hechos. Tener en su casa el trofeo oficial de la feria caldense -Catedral de Manizales- es un orgullo que solamente las figuras pueden disfrutar.