Por: Néstor A. Giraldo Mejía

Plaza llena en el festejo número 18 con el NO HAY BILLETES. Se lidiaron toros, todos cinqueños de El Torero encaste Domecq, parejos en presentación y con matices en el comportamiento.

Buen saludo capotero del confirmante Rafael Serna. Noble pero débil de los remos delanteros el primero de la tarde que toreo el sevillano con tranquilidad y sosiego de manera templada por los dos pitones a un ejemplar que se vino de más a menos. Final por manoletinas y espadazo completo. Silencio. Porta gayola en el sexto con buenas verónicas y remate vistoso. Aguantó las embestidas broncas del toro por los dos pitones, pero su firmeza y compromiso le hizo pegar series templadas, llevándose en un derrote el puntazo en su pómulo derecho. Estocada desprendida. Una oreja.

El riojano Diego Urdiales se estrelló con la incómoda embestida de un ejemplar caminador, que no se entregó en la muleta y para completar no tuvo transmisión. Muletazos aislados que no convencieron a los espectadores. Pinchazo y estocada entera en lo alto con tardanza que hizo sonar el aviso. Buena pelea del cuarto en el caballo. Toreó en redondo por el derecho a un ejemplar que tuvo codicia para tomar el engaño; no fue lo mismo por el izquierdo que salía con la cara alta sin entregarse en los muletazos. Estocada hábil. Silencio.

Jugó bien los brazos para lancear al tercero el limeño Andrés Roca Rey. Con determinación comenzó de rodillas sacándose el toro por la espalda. Series muy templadas por el pitón derecho y profundas por el izquierdo quedándose muy quieto, rematando con los pases de pecho. La estocada fue perfecta y efectiva. Petición de apéndice que se negó a otorgar la presidencia. Silencio. El quinto de la tarde se fue entregando poco a poco y a medida que con paciencia le mostraba la muleta en tandas muy ligadas y templadas con pases invertidos enroscándose el toro a su cintura. Faena meritoria por lo realizado con el astado. Estocada desprendida y efectiva. Una oreja