Desafortunadamente para Colombia la actualidad y el futuro estará bajo la guía de una dirigencia ideologizada y mitómana -que por lo hasta ahora visto- sirve de refugio para evadir la realidad con el fin de obtener beneficios. Política de la vieja usanza, para atemorizar y someter a la sociedad.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Si admiración es la que buscan los dirigentes que pretenden que sus pensamientos y decisiones las acepten los ciudadanos, no lo van a conseguir bajo esa práctica de atemorizar, descalificar para luego someterlos. Las equivocaciones que en su mayoría son rectificadas, les restan toda credibilidad y confianza. El ejercicio para ejercer un buen poder debe mostrar consideraciones como eficiencia, transparencia, rendición de cuentas, participación de la sociedad civil sin discriminación alguna y el estado de derecho que revela la determinación del gobierno de utilizar los recursos disponibles a favor del desarrollo económico y social. Pero en el corto tiempo transcurrido de este gobierno, no ha dado muestra de haber tomado el sendero correcto. Todo lo  contrario. Transparencia y Corrupción que como la violencia e inseguridad van en aumento cada día. Temas que poco se dicen en sus narrativas pero que toda la nación conoce. Solamente es recordar el abrupto viraje dado por los Congresistas que hacen parte de los partidos que se opusieron a la Reforma de la Salud, prefirieron desobedecer y firmar la ponencia ¿a cambio de qué? El único partido que se mantuvo en su línea fue el -Conservador-.  A propósito, el pasado día 18, en una jornada de 12 horas la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes aprobó 93 artículos. Restan 22 por discutirse, los más álgidos y de mayor sensibilidad. Se espera que esa Comisión, el próximo martes 23, permita pasar el primer -round- a este proyecto del gobierno. Pero con debates uno a uno. Imprecisiones e inexperiencia en el manejo de las cosas del Estado que vienen desde la Casa de Nariño y pasan por todas las dependencias son reiterativas. Caso puntual, con el nuevo ministro de Salud quien afirmó sin sonrojo, que las UCI, utilizadas en la pandemia fueron un gran negocio. Afirmaciones como esta y la del presidente en días anteriores, manifestó que la salud en Colombia era la peor del mundo. No han caído bien en el país, ni en el exterior y mucho menos en todos los estamentos que integran el Cuerpo Médico Colombiano. Censurable desde todo punto de vista. No se puede ser tan des-obligante con quienes salvaron la vida de miles de colombianos. Recordemos que muchos de ellos también fueron víctimas de la pandemia. ¿Será que padecen de un trastorno psicológico o son unos mentirosos compulsivos? Arrepentidos son muchos de los que votaron. Razón por la cual las encuestas no les favorecen.