Por: Néstor Giraldo Mejía.

Los novillos de “Paispamba” de buena lámina, la mayoría con la capa clara de jaboneros, lidiados hoy en “Cañaveralejo” han dejado diferentes sensaciones por la casta que exhibieron algunos,  otros por su falta de fuerza y otro como el último por su mansedumbre tratable. Ejemplares que apenas se dejaron castigar sin excesos en los caballos. Se lidió uno de “Las Ventas del Espíritu Santo” que fue manso.

Dejó una tarjeta de presentación bastante importante el espada mexicano Bruno Aloi  al demostrar su gran calidad como torero al ejecutar las suertes tanto de capa como de muleta con exquisitez. No pudo redondear la tarde por el mal manejo de los aceros; quizás es la asignatura que le queda pendiente pues se tira a matar dejando el brazo atrás sin poder depositar la tizona en las carnes de la res. Con el primero la espada penetró demasiado defectuosa haciendo uso del descabello en dos ocasiones siendo obligado a saludar. Al entrar a matar al tercero que hirió a Arturo Cartagena, se le resbalo la espada cortándose el dedo del corazón de la mano derecha teniendo que pasar a la enfermería. En el séptimo marró una vez más con la espada después de faena entregada de corte clásico, ortodoxo y estético, manejando las telas con especial delicadeza, toreando lento y templado.

Luis Miguel Ramirez “Kalío”, está en un punto de madurez en el que piensa y ejecuta desarrollando faenas muy interesantes al entender las condiciones de los astados, aplicándoles la lidia adecuada. En el segundo de la tarde estuvo notable con el novillo en faena aseada, templada y pródiga en muletazos de alto nivel sobre las dos manos. La espada le quitó el derecho de tocar pelo. El novillo de “Paispamba” corrido en cuarto lugar tuvo gran calidad pero muy poquita fuerza y “Kalío” lo lidió entre algodones entendiendo que bajándole la mano se derrumbaba. Poco a poco fue haciendo el ejemplar toreándole a media altura sin dejar trompicar la muleta al punto de confeccionar faena de alto vuelo sobre las dos manos. La estocada efectiva le puso las dos orejas en las manos.  

Un solo ejemplar pudo lidiar sin pasaportar, el novillero debutante con caballos, Arturo Cartagena que tiene buenas maneras pero poco oficio ahogando la embestida de su oponente que le pedía distancia y sitio. Novillo de buena condición al que le faltó que se le entendiera al punto de haberlo cogido de mala manera, llevándose dos cornadas en el gemelo izquierdo y una más en el muslo idem  sin poder salir a cumplir con su segundo.

Estaba anunciado Cristian Restrepo para lidiar uno que correspondió al hierro de “Las Ventas del Espíritu Santo” corrido en quinto lugar que ofreció complicaciones por su mansedumbre y falta de acometividad quedándose corto en la muleta del novillero que lo intentó, le puso voluntad pero no fue suficiente para lucir. Dos pinchazos y estocada pusieron fin a su labor que fue finalmente valorada con palmas.

Fotos: Cortesía de Diego Alais