La actuación del torero madrileño Fernando Robleño este domingo 18 en Las Ventas continúa siendo tema de los aficionados. Presentación que de no haber sido por la espada hubiera salido por la Puerta Grande del templo del toreo.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

No acaban de comentar los aficionados aquellos que gustan del -toreo castellano como le denominan- de la muy buena presentación de Fernando Robleño este domingo 18 en la plaza de toros de Las Ventas en el festejo de los llamados  -Desafío ganadero- divisas de José Escolar y Hoyo de la Gitana- que convocan a los  espectadores que se autodefinen como toristas.  Fernando Robleño ha cuajado una importante actuación en la corrida de toros. El mal uso de los aceros le impidió pasear trofeos y le cerró la Puerta Grande.

El primero del lote de Robleño, de Hoyo de la Gitana, no se lo puso fácil, con poco recorrido y muy parado tras el primer muletazo de cada serie. A base de empeño consiguió someterlo y sacar muletazos de peso con la diestra. Pinchó y dio una vuelta al ruedo. Con el cuarto, un gran toro de José Escolar, torerísimo fue su inicio de faena por bajo.  Las dos primeras series con la diestra apuntaron a faena de altos vuelos y un Robleño reposado terminó de llevar la locura al tendido al natural. Largos y profundos sus naturales y remates con mucho sabor por bajo. Su trasteo tuvo la medida oportuna y apuntaba a las dos orejas, pero dos pinchazos previos a la estocada entera dejaron el premio en dos clamorosas vueltas al ruedo tras petición.

Robleño afianzó el concepto de ser el torero de su natal Madrid. Veintidós años de alternativa han transcurrido y es ahora cuando da un gran golpe en la mesa y en el coso taurino más importante del planeta y decir que su impronta va in-crescendo. Alerta máxima para el estamento empresarial que deberá contar con su nombre para la campaña 2023. Fernando Robleño recibió la alternativa en la localidad de Torrejón de Ardoz el -20 de junio de 2000- de manos de Morante de la Puebla y en presencia de Julián López “El Juli”, corrida en la que cortó tres orejas dos de ellas al ejemplar de su  doctorado.