De toda la afición mundial es conocido el inmenso valor  del torero francés. Esta tarde en la vigésima primera corrida del ciclo isidril el toro que salía en último lugar después de voltearlo en dos oportunidades salió herido en el muslo de la pierna izquierda. Terminó la faena de buena forma.  Le concedieron una oreja en el 3º. Premio ídem obtuvo Uceda Leal en el 4º y Morante sin ansia de triunfo. Aviso de agotadas las localidades.

Por: Leopoldo Portilla Mesa.

Las cosas no fueron fáciles para la terna. Los cinco toros que lucieron la divisa de -El Torero- y uno perteneciente a la ganadería de José Vásquez -3º- al que el diestro Sebastián Castella le cortó una oreja, tras una espléndida y maciza faena que se vio por momentos deslucida por el viento. Fue este 3º el de más celo, condición no permanente pero en los instantes favorables que no hizo presencia -Eolo- la labor se tornó muy interesante por las series templadas y mandonas por ambos costados. Una entera hasta las cintas fue suficiente. Minutos antes escuchó un recado presidencial. Una oreja. Un escenario de valor se vivió en el último de la tarde tras la cogida del francés que procuró ante el distraído ejemplar de -El Torero- obligarlo a seguir los vuelos de los engaños. No fue posible.

Uceda Leal es el torero de la verdad. Sus faenas siempre fieles a la ortodoxia. Es su impronta. La mostró en el 4º. Clase, talento y el extenso rodaje que dan los años en la profesión le permitieron construir una faena que de no ser por -Eolo- hubiera sido premiado con las dos orejas. En los blandos sepultó el acero de efecto fulminante que lo hizo rodar sin puntilla. Una oreja.

Morante de La Puebla acudió a la discreción. Su lote no fue el mejor. Silencio en el primero y bronca en el quinto.