Antecedió a la segunda corrida de la feria de Pamplona, el triunfo y percance de Borja Jiménez quien en el sexto de la tarde cortó las dos orejas del ejemplar de “La Palmosilla” saliendo herido de gravedad al entrar a matar.

Se lidiaron ejemplares en este segundo festejo ejemplares con el hierro de Cebada Gago de impecable presentación con cinco años, nobles, mansos y deslucidos que pesaron 550 – 510 – 590 – 515 – 580 – 595 kilos.

Juan Leal con un toro que embistió a media altura y fijeza estuvo muy bien manejando el engaño por los dos pitones con seguridad y temple, echándose con disposición en el epilogo de la faena de rodillas para torear en redondo de manera invertida. La espada no penetró en su totalidad y con el verduguillo se atascó en varios intentos. Silencio.  El cuarto no fue un dechado de virtudes y el torero galo quiso agradar poniéndose de rodillas al finalizar la faena en un trance efectista. La espada y los descabellos fueron manejados sin acierto. Silencio. El sexto que lidió por Isaac Fonseca, enganchó la franela al recibir en los medios y posterior ejecutó series de manos bajas y más templadas sin terminar de conectar con los aficionados. Cercanías y muletazos invertidos al final de la faena. Una vez más la espada chocó con hueso y el calvario con el verduguillo.

Román con doblones rodilla en tierra inició su labor de muleta. Metió la cara el toro humillando en el engaño, abriéndose un poco y tratando se irse después del segundo muletazo. Molinetes y pases invertidos muy despegados del valenciano con un ejemplar rajado completamente. Estocada fulminante. Oreja. El quinto, repitió las embestidas algo desclasadas y Román muy despegado sin ajustarse en los muletazos. Espada atravesada asomando por el costillar. Varios descabellos y silencio tras aviso.

Isaac Fonseca sorteó un  ejemplar distraído, sin humillar y deslucido aunque siempre hubo voluntad y disposición tratando de “Robar” muletazos pero sin poder llegar al ruidoso publico pamplonés. Pinchazo saliendo lesionado del brazo derecho al tropezar la espada con el hueso. Pasó a la enfermería con luxación de codo siendo llevado a un hospital de Navarra. Se encargó de pasaportarlo el francés Juan Leal quien también pasó fatigas a la hora de la verdad.