Por: Néstor A. Giraldo Mejía

Impecable presentación de los toros de La Quinta, pero difíciles y complicados en tarde de lleno en Las Ventas de Madrid para la realización del noveno festejo del serial.

Intactas la clase, la elegancia y la torería de Uceda Leal en su única presentación en Madrid. Poco se pudo ver en el primero al que le falto fondo de casta y con el que estuvo correcto y breve el madrileño. En el cuarto que tuvo mejores condiciones, dejó sentada su categoría en faena de dos muletazos ligados pues el tercero ya era complicado por la renuencia del astado; sin embargo, fueron tandas cortas, pero de mucha torería y clase. La contundencia con la espada sigue siendo su fuerte, despachando de manera efectiva para obtener el apéndice.  

Un sector de la plaza exige demasiado y así se pudo ver en el primer ejemplar de Daniel Luque, teniéndose que cruzar al pitón contrario por querer torear al hilo del pitón que le reprochaban algunos viendo que el ejemplar se recostaba permanentemente. No estaba mal planteada la faena siendo desestimada de manera absurda. Estocada desprendida. Silencio tras aviso. En el quinto aparentemente la faena iba a tomar vuelo, pero se fue desvaneciendo sin que sucediera. La estocada trasera y desprendida fue el colofón para su actuación.

Venia de traerse tres orejas en su esportón el cacereño Emilio de Justo de Valladolid, llegando a Madrid con la misma disposición. Torea magníficamente con la capa y luego con la muleta logra momentos de lucimiento a un ejemplar con poco fondo y entrega que condiciona una mejor labor. Media estocada y golpe de verduguillo. El sexto bis, pues se cambió el titular por problemas en los cuartos traseros, tampoco fue un dechado de virtudes. Inició con dos buenos muletazos de rodillas y ya de pie el toro no empuja la muleta como se hubiese querido, parándose y dificultando una labor conjunta. Media espada y suenan dos avisos.