Por: Néstor A. Giraldo Mejía

Bien merece la pena hacer un pequeño homenaje a quien en materia taurina, nos sacó del anonimato y más cuando cumplió con una gesta irrepetible en el máximo escenario taurino del mundo como es La plaza de Toros Las Ventas de Madrid.

Homenaje que rendimos al más grande torero colombiano de todos los tiempos llamado César Rincón que el 21 de mayo de 1991 salió por primera vez a hombros de la catedral del toreo para repetir su hazaña 24 horas después, aceptando la sustitución del diestro Fernando Lozano y ratificando sus dos triunfos anteriores, el 6 de junio en mano a mano con José Ortega Cano, después de desorejar los ejemplares de Samuel Flores en corrida de la beneficencia.

Es el reconocimiento a un torero extranjero que llenó de ilusión y esperanza a una afición que lo tuvo como su ídolo entregándosele y viéndolo salir por la puerta grande en seis oportunidades.

Hoy Rincón disfruta de la consideración, respeto y admiración del mundo taurino y disfruta de lo conquistado con amor, pasión, verdad y esfuerzo como es su ganadería de “Las Ventas del Espíritu Santo” en Colombia.

Siempre se recordará al maestro Rincón por haber sido el máximo embajador taurino en el viejo continente