​PRESIDENCIA CICATERA NEGÓ LEGITIMA OREJA A MANUEL ESCRIBANO

​PRESIDENCIA CICATERA NEGÓ LEGITIMA OREJA A MANUEL ESCRIBANO


La décimo cuarta corrida de toros en el marco de La Feria de San Isidro presentó el casi lleno de entrada en los tendidos para la lidia de los ejemplares de Adolfo Martin encaste Albacerrada-Saltillo bien presentados y que pesaron 568 – 547 – 536 – 548 – 565 y 602 kilos.

Antonio Ferrera con un ejemplar de poca transmisión mostró complicaciones por el pitón izquierdo yendo a la muleta vencido. Por el derecho tampoco tuvo un solo pase, abreviando Ferrera en su presentación. Estocada baja. Silencio. En medio del aguacero y la ventisca, el extremeño tuvo momentos lucidos con la muleta toreando al natural de manera suave, relajada y lenta a un toro que humillo pero lamentablemente de muy poca fuerza. Pinchazo y estocada. Silencio tras aviso

Manuel Escribano se puso de rodillas para esperar de salida al toro logrando la larga cambiada siendo desarmado posteriormente. Cubrió el segundo tercio sin adornos pero de manera impecable dejando los palos arriba. Tuvo el toro recorrido muy corto y sin humillar tratando de alargar el brazo pero sin causar emociones en los tendidos por la falta de transmisión. Estocada efectiva. Ovación. El quinto tuvo buena condición al que le colocó tres buenos pares de banderillas. La faena de mucho mérito por la intensa lluvia con un toro fijo, humillador pero que se fue quedando corto al punto de haber sido empalado sin consecuencias cuando toreaba por el izquierdo. Se tiró a matar de verdad dejando gran estocada. La presidencia de manera injusta negó la oreja solicitada de manera unánime dando la vuelta al ruedo en medio de la ovación con bronca al palco de Usía.   

José Garrido tuvo en el tercero un astado probón con embestidas bruscas, ásperas, poco armónico en su condición y sin transmisión. La voluntad y ganas del torero quedaron como constancia de querer pero no poder por la sosería y mala conducta de su oponente. Estocada baja y tres descabellos. Silencio.  Buenos lances a la verónica del diestro extremeño. Muy blandito el sexto que tuvo nobleza al que Garrido le dio series cortas pero importantes por el pitón derecho. Por el izquierdo sin humillar demasiado le logró naturales a media altura de buena concepción. Emborronó lo hecho en muleta con la espada que cayó muy baja.  Ovación.

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