Por: Nestor Giraldo Mejia.

El tercer cartelillo de NO HAY LOCALIDADES se puso en las taquillas para el tercer y último festejo de la feria de San Miguel en Sevilla que no dio los frutos que se esperaban por el poco fondo de bravura de los ejemplares de Núñez del Cuvillo.

Alternativa de lujo tuvo el sevillano Javier Zulueta que se hizo matador de toros con “Lanudo” marcado con el número 31 y 564 kilos de peso que a la postre fue el único que permitió el lucimiento del toricantano toreando muy bien sobre la mano diestra, dejando sensaciones importantes en el conclave maestrante. Con la espada se le escapó el triunfo de haber podido cortar mínimo un apéndice. Con el sexto la voluntad siempre afloró pero las condiciones del toro con embestidas cancinas y cara alta, limitaron la actuación del nuevo matador de toros.

Morante de la Puebla se estrelló con un manso imposible en primera instancia, abreviando su labor. Con el cuarto hubo momentos de chispazos geniales tanto de capa como de muleta por el pitón izquierdo, resaltando uno de características eternas por la profundidad y la lentitud. Media estocada y dos descabellos para ser ovacionado.

El tercero bis que correspondió al limeño Roca Rey, careció de fondo, haciéndolo todo el torero y obligando de manera meritoria al toro a que pasara por el frente de su humanidad. Los aceros esta vez fueron rebeldes y el aviso no se hizo esperar. Con el quinto que deambulaba por el ruedo, lo sujetó Andrés en cuatro muletazos de rodillas y en el quinto se venció arrollándolo por fortuna sin consecuencias. Ejemplar sin celo, sin chispa que pasa al destazadero después de estocada trasera y desprendida.